La esperábamos con la ilusión de un niño o una niña que está a punto de recibir sus regalos de cumpleaños. Había quedado arrinconada en la carrera por convertirse en la candidata bocazas por antonomasia del Partido Popular, una competición en la que destacan la aspirante a presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso (con diferencia) o el mismo líder supremo, Pablo Casado. Pasaban los días y el mundo se había olvidado de ella. Pero Dolors Montserrat, número 1 de Génova en las elecciones europeas es como aquel anuncio de turrones, que "vuelve a casa" no por Navidad, sino para la cita con las urnas. Lo hizo por la "puerta grande", acompañada de los otros líderes populares en el mitin de inicio de campaña en Madrid, dónde se lío al hablar del cambio climático. Y el resultado fue ridículo e insultante para todo aquel concienciado con los terribles efectos que está causando (y causará) a la humanidad: "El cambio climático supone empleo sostenible para todos nuestros jóvenes". Y se quedó tan ancha.

Candidatos PP 26M EFE

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Montserrat, la de los discursos imposibles, la que junta en una frase (poli) subordinada "herriko tabernas, "prostitutas desconcertadas" y "Waterloo", decía esta burrada al defender la tarea que ha hecho el exministro de Agricultura y actual comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía de la UE, Miguel Arias Cañete. Una defensa que ya es una burrada en sí misma, pero en fin. Fiel a su estilo atropellado e inconnexo, Montserrat se iba enredando durante su discurso: "Miguel, eres el héroe del Acuerdo de París.Tú has garantizado, porque el cambio climán... el cambio climático supone empleo sostenible para todos nuestros jóvenes. Tú, con el cambio climático, defiendes la vida para nuestro planeta. Y tú, liderando el cambio climático, has defendido el futuro para nuestros hijos." Sólo faltaban las carcajadas enlatadas para convertir su alocución en una sitcom de bajo presupuesto.

Nada, que el PP vuelve a demostrar que su estrategia electoral es la barra libre de los excesos verbales, y ciertamente, cuenta con los mejores ejecutores que podían imaginar. Otra cosa es que esta línea remonte el estrepitoso fracaso que obtuvieron en las urnas hace un par de semanas. Lo comprobaremos pronto, pero harían bien en el PP de ir pensando en vender definitivamente su sede en Madrid... y trasladarla a alguna sala de fiestas de la capital. Al menos así el público sabrán que todo era una broma. Una de muy mal gusto, sí, pero una broma.