David Bisbal es uno de los artistas más reconocidos a nivel internacional de OT. El concurso de TVE fue un trampolín para él, que ya amenizaba las verbenas de los pueblos con su orquesta. Su verdadera vocación era la música, aunque su vida podría haber cambiado cuando era un adolescente, ya que el almeriense siempre ha sido muy deportista y sentía especial devoción por las bicicletas, era en lo que ocupaba siempre el tiempo libre.
Además de cantar en orquestas, David Bisbal fue ciclista. Así lo desvelaron sus compañeros del equipo Yoplait, con el que corrió en juveniles en Almería entre los años 1996 y 1997, con 17 y 18 años respectivamente. Mientras pedaleaba también cantaba y amenizaba esos largos viajes a sus compañeros, por ello le apodaron como ‘Camarón’ entre sus amigos. Solía cantar copla. Después de aquellas dos temporadas, el almeriense no pudo dar el salto a la categoría aficionados, por ello optó subirse al escenario con el grupo Expresiones. Y entonces llegó su gran oportunidad con ‘Operación Triunfo’. El resto de la historia ya es conocida por todos.
Bisbal tuvo la suerte de protagonizar la primera edición de OT, la más vista de la historia con hasta 12,8 millones de espectadores en su final. Los concursantes tuvieron una gran popularidad de la noche a la mañana, no podían salir de casa.
"Un corredor ni bueno ni malo, uno más"
En la industria musical David Bisbal ha conseguido labrarse un gran futuro, sin embargo en el ciclismo no hubiese tenido tanta suerte, nunca le hubieses conocido, y es que según su director de equipo, Juan de Dios García Salvador, era “un corredor ni bueno ni malo, uno más”.
"Nunca ganó una carrera, pero tenía una gran entrega", explicó García Salvador en el reportaje de AS. "Era muy disciplinado, no faltaba a ningún entrenamiento y en las carreras nunca se retiró. Bueno, una vez. Se cayó en Jaén, durante una Copa de Andalucía de juveniles y se pegó un costalazo contra una valla. No se hizo nada importante, pero no pudo continuar. Subía bien porque tenía muy poco peso. No llegaba a los sesenta kilos. Su problema era que antes de la competición se ponía muy nervioso y no podía comer. Y luego en las carreras, aunque no llegó a sufrir nunca una pájara, acusaba la falta de reservas. Pero tenía mucho pundonor, sabía sufrir en la bicicleta y aún en los peores momentos siempre llegaba a la meta”.
A Bisbal la pasión por el deporte le viene de familia, su padre, Pepe, y su tío, Dionisio, habían sido boxeadores y campeones de España.
