Por fin se ha acabado el suplicio de diez días sin fútbol de competiciones nacionales. Por fin se ha acabado la nueva milonga de un nuevo parón por selecciones donde los culés no hemos podido ver al Barça el último fin de semana porque había partidos internacional clasificatorios para la Eurocopa o el Mundial, si hablamos de los jugadores sudamericanos. Por fin volvemos a estar a las puertas de un fin de semana donde volverá a haber Liga, aunque los aficionados azulgranas tendremos que esperar hasta el domingo a las nueve de la noche para ver al Barça en el partido que lo enfrenta en Montjuïc al Athletic Club. Xavi vuelve a estar feliz porque después de muchos días de entrenar en familia, con muchos jugadores del filial, vuelve a tener a su disposición a todos los jugadores disponibles del primer equipo, lesionados aparte. El buen humor y la relajación han estado presentes en los últimos entrenamientos antes de recibir a los leones.

Nueve jugadores azulgranas se han marchado en este nuevo éxodo de selecciones. Un problema, teniendo en cuenta que ahora vienen tres partidos muy complicados en 8 días, en el Estadio Olímpico, con la visita del Athletic Club, del Shaktar Donetsk en la Champions y el Clásico del próximo sábado contra el Madrid. Los últimos en llegar han sido los que se han marchado más lejos, el uruguayo Araújo, que viene de ganar al Brasil de Vinicius y Rodrygo por 2 a 0, y los alemanes Ilkay Gundogan y Marc-André ter Stegen. Aunque Alemania jugará seguro la Eurocopa del próximo año (son los anfitriones) y no tienen que jugar partidos clasificatorios, se están preparando con una serie de partidos amistosos. Y ahora, en este parón, han tenido que volar lejos para enfrentarse a los Estados Unidos y a México por América.

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Ter Stegen, con la selección alemana / @mterstegen1
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Ter Stegen, con la selección alemana / @mterstegen1

Demasiados minutos acumulados entre los dos partidos, ya que los dos han jugado enteros los dos partidos, demasiados kilómetros y pocos entrenamientos antes del domingo. Este viernes se incorporan los dos, aunque aterrizaron ayer jueves en Barcelona. Lo primero que hizo el portero y uno de los capitanes culés es ir con su querida familia, su adorada mujer Dani y su hijo de cuatro años, Ben. Evidentemente, lo primero que habrá hecho es abrazarlos, llenarlos de besos y tocar la barriga, cada vez mayor, de su mujer, ya que la pareja está esperando el nacimiento de su segundo hijo.

Marc-André es feliz. Y Dani, igual. La mujer del portero alemán esperaba como agua de mayo ver a su marido entrando por la puerta. Y una de las primeras cosas que ha hecho él es emocionarla con un detalle marca de la casa, un gesto de amor hacia la mujer que quiere que ha vuelto a fundir a los culés. No es la primera vez que lo hace, es un as en la manga que emociona a Dani a menudo, que no por repetido deja de hacerle ilusión. Y es que hace un tiempo descubrimos que una de las aficiones que tiene Ter Stegen es prepararle cafés ilustrados a su pareja, hacerle un buen expreso o un cortado, dibujándole corazones con la espuma. Y lo ha vuelto a hacer. Después de muchos días lejos de casa, donde los cafés que se tomaba Dani no tenían ninguna fantasía, ha llegado el momento de recuperar las buenas costumbres.

ter stegen
 

"He is back (él ha vuelto)", dice Dani. No hace falta que lo jure. Solo viendo el café, ya se puede saber, acompañado, esta ocasión, por el desayuno que le ha preparado, con yogur, mermelada, ciruelas y muesli. Marc-André, bienvenido. Los culés teníamos ganas de volver a verte. Y en casa, ni te cuento.