Antonia San Juan no quiso esconderse y trató su enfermedad con total naturalidad. El cáncer no es un tabú. Le diagnosticaron la enfermedad el pasado mes de septiembre y ahora se somete a un tratamiento para eliminar las células cancerosas de su cuerpo y volver a trabajar al 100%. Su vida ha cambiado radicalmente pero no por eso se muestra derrotada, ha querido afrontar este episodio de su vida con una sonrisa. Tiene días mejores y días peores, pero siempre un motivo para volverse a levantar. Ha encontrado en sus redes sociales una ventana para explicar su día a día y compartir algunos momentos y anécdotas con sus seguidores que se han convertido en un apoyo muy importante al otro lado de la pantalla.
La compañera de José Luis Gil quiere mostrar como es la enfermedad en todas sus vertientes, incluso en los malos momentos. Desea eliminar tabúes y superar miedos. El pasado martes 9 de diciembre se sometió a su quinta sesión de quimioterapia y ha explicado cómo se encuentra. Está sufriendo incómodos efectos secundarios del tratamiento. No es un buen momento pero es necesario para llegar a su objetivo. No va a ocultar ni estos momentos tan duros.
De los cinco ciclos de quimioterapia que ha recibido hasta la fecha reconoce que éste ha sido el peor de todos. Sobre todo al día siguiente, cuando han aparecido los efectos secundarios de la medicina y se sintió “un poquito rara”. Fue un día con nauseas, provocada por una fuerte sensibilidad a los olores que le hacían terminar vomitando. Una buena amiga le recomendó chupar un limón para evitar las náuseas.
Antonia San Juan dice que lo peor para combatir el cáncer es rendirse
La noche fue uno de lo momentos más complicados de todo el día. Le costó conciliar el sueño, no ha dormido ni una sola hora del tirón. Se despertaba constantemente por culpa del malestar. Para intentar superar el cáncer es muy importante tener una actitud muy positiva y nunca tirar la toalla.
Aunque se levantó cansada y con mucho malestar, se obligó a realizar su rutina diaria de ejercicios y después se dio un buen desayuno, muy completo, porque la alimentación es otra parte muy importante.
En casi todos sus vídeos revela que quiere continuar trabajando porque es lo que la distrae y la hace sentirse viva. No sabe que consecuencias tendrá en su carrera profesional el haber revelado que padecía la enfermedad. Pone el ejemplo de una amiga suya de la profesión que decidió no decir absolutamente nada. “Exponer mi enfermedad públicamente no creo que me vaya a dar ni más trabajo ni que me lo quiten. Sencillamente, va a seguir igual. Yo tengo un lugar seguro donde yo puedo pagar mis hipotecas, puedo pagar mis caprichos, puedo pagarlo todo”.
