Desde que Andrea Janeiro decidió dar un giro radical a su vida y marcharse a Inglaterra con apenas 18 años, su abuela paterna, Carmen Bazán, dejó de ejercer el rol que por años se le había atribuido. Lejos de convertirse en el referente afectivo que muchos esperaban, Carmen fue desapareciendo progresivamente del entorno de Andrea. Ahora, con la joven instalada en Los Ángeles, la relación entre abuela y nieta se ha interrumpido por completo, transformando lo que fue una conexión cercana en un vínculo inexistente.
Durante los años dorados de los Janeiro, Carmen Bazán fue un rostro habitual en platós y revistas. Como madre del torero Jesulín de Ubrique, su opinión era solicitada en todos los programas del corazón. Sin embargo, tras la tensa relación con Belén Esteban, madre de Andrea, su popularidad se transformó en polémica. Belén no dudó en afirmar que Carmen no se preocupaba por su nieta, alimentando así una guerra mediática que, aunque silenciada con el tiempo, nunca llegó a resolverse.
De ocupar portadas a desaparecer del radar público: la caída mediática de Carmen Bazán
Los últimos años de Carmen Bazán han sido todo menos tranquilos. Tras su separación de Humberto Janeiro y la posterior muerte de este en 2020, la matriarca se refugió en el anonimato, lejos de los focos que un día la encumbraron. A esto se sumaron graves problemas económicos: en 2021 perdió su vivienda tras seguir supuestos consejos financieros de su hijo Humberto, una estrategia que resultó ser un desastre. Desde entonces, vive a caballo entre las casas de sus hijos, intentando mantenerse fuera del circuito mediático que la destrozó.
Pero si algo sorprende en su historia reciente es su distancia con Andrea Janeiro, precisamente cuando la situación clamaba por un acercamiento, una palabra o un reencuentro. Y es que, mientras sigue manteniendo una relación cordial con el resto de sus nietos —los hijos de Jesulín y María José Campanario—, con Andrea el lazo está totalmente roto. ¿La razón? Nadie la ha confirmado, pero todo apunta a viejas heridas sin cerrar y a un entorno familiar que nunca priorizó la estabilidad emocional de la joven.
Carmen Menéndez, la verdadera abuela de Andrea Janeiro
Paradójicamente, quien sí ha ocupado el lugar de abuela en la vida de Andrea es Carmen Menéndez Sánchez, madre de Belén Esteban. Discreta, protectora y siempre al margen de las guerras mediáticas, Carmen Menéndez ha sido un pilar esencial en la infancia y juventud de Andrea. Su presencia constante ha suplido las ausencias de los Janeiro, especialmente la de Carmen Bazán, que parece haberse resignado a no formar parte de la vida de su nieta.
Hoy, mientras Andrea Janeiro forja su futuro en Estados Unidos, su abuela paterna opta por el silencio. No hay llamadas públicas de reconciliación, ni siquiera guiños que hagan pensar en un acercamiento. Y lo más inquietante es que ni siquiera se percibe arrepentimiento.
Lo que queda claro es que, para Andrea Janeiro, la palabra "abuela" no se conjuga en plural. Solo una Carmen ha estado ahí, y no ha sido la que lleva el apellido Janeiro. ¿Es este el precio de haber nacido en una familia mediática? ¿O simplemente la consecuencia de una guerra sin tregua entre dos bandos irreconciliables? Lo cierto es que, siete años después de su marcha, Andrea sigue siendo invisible para su familia paterna.