Hace una semana de la entrada de Carlos Lozano en la casa de Gran Hermano. Al lado de Kiko Rivera y Alyson se convirtió en la esperanza de Paolo Vasile para reavivar la baja audiencia del reality. Un objetivo que parece que no han acabado de cumplir... siguiendo en el pozo a pesar de la presencia de los famosos.

Carlos Lozano, sin embargo, es imprevisible. Y ahora se ha convertido en el protagonista de la última pelea que ha hecho temblar la casa. Sus compañeros han hecho evidente su malestar, asegurando que ya están cansados de él. Y siguiendo esta misma tónica, el presentador tampoco se ha mordido la lengua.

Todo empezaba con una propuesta arriesgada de Lozano, quien pedía que se creara una radio de los nominados para que pudieran sincerarse públicamente. Mina, una de las concursantes que se juega marcharse esta semana, fue la primera en negarse: "No hablaré con ciertas personas".

En un principio Lozano se ha mostrado comprensivo, pero al negarse los otros nominados se ha mostrado de lo más enfadado: "Haced lo que queráis, allí tenéis la radio. No tenéis remedio". Y una vez en el jardín, ha seguido gritando: "Esta actitud, todo el día tumbados... Como me aburro, ¡como una ostra! Fíjate, seis días y ya no los aguanto".

Ante las críticas, no todos callaban: "Este se piensa que por ser famoso le haré caso... Tú has venido aquí a quemar la casa, y la casa quemará cuando yo lo diga, no cuando tú lo digas. Me da igual que venga Carlos Lozano o Leo Messi", opinaba Christian G.

Una participación que ya empieza a ser comentada.