La crónica social en televisión tiene una serie de periodistas que son leyenda. Karmele Marchante es una. El difunto Jesús Mariñas, otro. Una lista en la que no puede faltar otro nombre: Carlos Ferrando. El de Cartagena se hizo muy popular en el 'Crónicas Marcianas' de Xavier Sardà, aunque no guarde un buen recuerdo del presentador catalán, que lo acabó sustituyendo por Boris Izaguirre. Su carrera, sin embargo, va mucho más allá de aquel late night mítico de Telecinco. De hecho empezó en el mundillo como responsable de prensa de gente del cine como Esperanza Roy, Ana Belén, Pedro Almodóvar o Imanol Arias. Fue uno de los cronistas de la llamada Movida madrileña, aparte de escribir en la revista Fotogramas como crítico. Tiene muchas horas de vuelo, vaya. Tantas como 74 años de vida y millones de vivencias, que ahora ha recogido en un libro de memorias: "La delgada línea rosa".

La imagen de Ferrando es muy reconocible. Sus cigarros, su sonrisa de 'Joker', el pelo teñido de rubio, sus sombreros y looks nada discretos, aparte de un tono de voz más que característico. Su presencia mediática ha ido a la baja desde que María Teresa Campos lo tuviera en nómina en 'Qué tiempo tan feliz', aquel magazín con variettes. Lo hemos visto de vez en cuando en 'Sálvame' o en algunas entregas del culebrón Rocío Carrasco: evidentemente vivió de cerca toda esta época y conoce a los personajes. Pero quizás no tan bien como pensaba, porque ha cambiado de opinión respecto Rociíto al oír su testimonio: antes la criticaba y ahora la defiende. Eso también demuestra sabiduría y experiencia: no hay verdades inmutables, ni dogmas. La vida es aprendizaje y equivocarse.

Que tiempo tan feliz Carlos ferrando Telecinco
Carlos Ferrando, a la derecha, en 'Qué tiempo tan feliz' / Telecinco

Carlos Ferrando, muy cambiado y envejecido a sus 74 años

El paso de los años se refleja perfectamente en el rostro del periodista. Una evidencia si repasamos las instantáneas de la presentación del libro en Madrid. Ya no es el Carlos Ferrando que recordamos, está castigadillo, consumido, la mirada más triste a pesar de celebrar un hecho feliz como un estreno rodeado de algunos buenos amigos. Es cierto que quizás la clave de su deterioro físico exterior es la vida loca, loca de la que disfrutó en aquellos años de excesos. Muchos de ellos nocturnos y de cama. Se lo pasó muy bien: "He tenido sexo con 15 de los 50 personajes de los que hablo en el libro. Eran otros tiempos, pasábamos muchas horas juntos y de madrugada todos nos sentíamos Superman". Vean y comparen.

Carlos Ferrando cono 74 años GTRES
Carlos Ferrando con 74 años / GTRES
Carlos Ferrando memorias La Esfera de los Libros
Carlos Ferrando en la portada de sus memorias / La Esfera de los Libros

El sopapo de Ferrando a Xavier Sardà

En el evento, curiosamente, también estaba Boris Izaguirre. Con el venezolano mantiene los lazos, mientras que con su exjefe, Sardà, ni mucho menos. Es más, lo que escribe de él "no le hará gracia". En una entrevista en El Cierre Digital, dice que "le pudo la obsesión por hacer espectáculo a toda costa. Ya me la lió cuando llevó a mi madre sin consultarme y prácticamente le preguntó qué pensaba de tener un hijo maricón y ella salió por la puerta grande. Cuando me ofreció hacer un paripé con Alessandro Lequio en la que él tenía que hacerme una llave de judo me negué y me dijo que ya no volviera".

Carlos Ferrando memorias 74 años GTRES
Carlos Ferrando / GTRES
Xavier Sardà Crónicas Marcianas Telecinco
Xavier Sardà en 'Crónicas Marcianas' / Telecinco

Ferrando ha quemado la vida, ha hecho lo que le ha salido de las narices. Y está muy bien. Y si el peaje es que sus espectadores ahora digan, "uy, cómo ha cambiado", pues ea. Bienvenido sea.