Un profundo desencuentro familiar se ha gestado entre los miembros del clan Campos‑Constanzia tras el nacimiento del primer hijo de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia. El bebé, llamado Carlo en homenaje a su padre, vino al mundo en diciembre de 2024 en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, según confirmó la revista ¡Hola! Sin embargo, lo que debería ser un momento de felicidad familiar se ha visto empañado por tensiones: José María Almoguera, primo de Alejandra y colaborador de televisión, hace públicas sus quejas por no haber sido presentado al niño aún.

El detonante de la última polémica fue el viaje de Alejandra y Carlo a Turín (Italia), donde se acercaron a las puertas de la cárcel para felicitar a su cuñado Pietro Costanzia (condenado a 12 años y seis meses por intento de homicidio). La pareja no dudó en cantar el cumpleaños feliz, encender petardos y enviar vítores desde el exterior de la prisión. El gesto suscitó críticas en redes y provocó reproches de figuras como Joaquín Prat en ‘Vamos a ver’.

Pero José María Almoguera, quien hasta el momento había mantenido una postura mediana, ha sido más crítico. Ha utilizado medios como La Razón para lanzar un dardo: “Lo único que no entiendo es que siempre tiene mucho tiempo para algunos y luego muy poco para otros”, en clara alusión a que Alejandra parece encontrar espacio para sus hermanos pero no para presentarle al pequeño Carlo. 

Además, en 'TardeAR', reafirmó que “si por él fuera, despejaría su agenda en cuanto su prima estuviera disponible” y solicitó públicamente un encuentro. José María, lejos de reducir el tono, insistió en que “no va con mala intención” y que su único deseo es “conocer a mi sobrino …. y recuperar a mi prima”. Según él, la razón por la que no ha sucedido aún “no es cosa suya”, pero sí escribió que está "deseando" ese momento.

Alejandra Rubio ha intentado restar dramatismo al asunto

En 'Vamos a ver' declaró que su acercamiento a la cárcel fue un acto de “solidaridad con un miembro de la familia que no lo está pasando bien” y que no le importan los comentarios negativos. Aunque reconoce que “se equivocó" en la forma, no se arrepiente de haber compartido el video religioso en redes. Ha recalcado que atraviesa “horas bajas” y que “tiene que volver a ser la persona que era”.

Un experto en marca personal, José Noblejas, criticó duramente el tono festivo de la visita a la prisión y consideró que resulta “hiriente y erróneo”, advirtiendo que la imagen pública de Alejandra se resquebraja y podría estar en serio riesgo. El experto subrayó que su polvareda mediática demuestra desconexión de la realidad y falta de narrativa profesional, calificando el gesto de “bomba para su marca personal”.