La tranquilidad de la familia Campos se vio sacudida en lo más profundo de su hogar la noche del pasado domingo. Lo que en principio era una celebración íntima por el regreso de Terelu Campos tras su paso por “Supervivientes 2025” derivó en un auténtico campo de batalla emocional para su hija, Alejandra Rubio, y para su marido, Carlo Costanzia.
Según testigos cercanos, la ausencia del italiano en la fiesta sorpresa que se organizó en honor de Terelu fue el detonante de una discusión que se prolongó hasta altas horas de la madrugada, dejando en evidencia la fragilidad de los lazos familiares y conyugales.

El origen del conflicto
El origen del conflicto se remonta a la negativa de Carlo a acudir a la celebración organizada en uno de los locales favoritos de la colaboradora. Aunque en un primer momento se apuntó que la pareja no asistió por la reciente paternidad –su bebé nació hace apenas cuatro meses–, diversas fuentes cercanas han confirmado que la decisión de Costanzia obedeció únicamente a su voluntad de mantenerse al margen. Alejandra, enfrentada al pulso de su marido, optó por quedarse en casa para evitar un choque mediático mayor. De las paredes del domicilio se escucharon reproches y gritos que, según vecinos, duraron hasta la madrugada, en lo que muchos califican como el “Domingo negro” de la joven presentadora.
Apenas unas semanas antes, Alejandra y Carlo habían protagonizado otra polémica que puso en jaque su imagen pública. La pareja colgó en redes sociales un vídeo desde el exterior de la prisión donde cumple condena Pietro, cuñado de la joven, por intento de homicidio. En la grabación, ambos gritan felicitaciones al reo por su cumpleaños, un gesto que desató una avalancha de críticas en televisión y en redes sociales. Ante el alud de reproches, Alejandra se mostró desafiante en ‘Vamos a ver’: “Me importa un pimiento lo que la gente opine”.
Sin embargo, en el plató de De viernes Terelu Campos se vio obligada a dar la cara por lo sucedido. Cuando Santi Acosta le preguntó si creía que su hija había errado, la colaboradora esquivó la cuestión con un “No voy a contestar”, aunque su mirada y el tono serio dejaron entrever su decepción. “Los que somos padres sabemos lo felices que somos cuando los hijos aciertan, y lo infelices cuando no aciertan”, sentenció, dejando claro que para ella el episodio del vídeo había sido un error grave.
Terelu no apoyará a ninguno
Lejos de cubrir a su yerno, Terelu no dudó en dejar claro que ella siempre defenderá a su hija, pero que tampoco apoyará comportamientos que, a su juicio, no benefician a la familia. “Como soy su madre, nunca voy a colaborar para que nadie pueda hacerle más daño. Es mi deber, me lo exijo yo”, afirmó con contundencia, una frase que más que un escudo protector sonó a reproche velado hacia Carlo Costanzia y sus decisiones mediáticas.

Fuentes próximas al clan Campos aseguran que Terelu siempre imaginó para Alejandra un perfil de pareja más discreto y alejado del “circo” mediático que caracteriza a la farándula. El italiano, acusan, ha mostrado actitudes controladoras y poco deseosas de integrarse en el entorno familiar, una tendencia que Terelu ve con preocupación y que cree puede alejar más a su hija de sus raíces y de su profesión televisiva de base familiar.