Camilo Blanes Ornelas ya no existe. Esta identidad es historia, o mejor dicho: está en pleno proceso de serlo. El hijo de Camilo Sesto ahora se hace llamar Sheila Devil, quiere ser una mujer. De momento viste como tal, lleva peluca, se relaciona con el mundo desde una perspectiva femenina. Una distorsionada, cuando menos atendiendo en las fotografías escalofriantes que "regala" en redes sociales desde hace un mes. No son sorprendentes por el cambio de género, lo son por todo lo que rezuman... y todo lo que sabemos sobre su deriva existencial: reflejan un descontrol absoluto. Las adicciones, las malas compañías, el desorden y el caos se han hecho fuertes en Torrelodones, en la mansión que heredó de su padre cantante y millonario.

Camilín ha abrazado un estilo de vida nocturno, crápula y exhibicionista hasta el extremo y el escándalo. Nadie lo puede detener, tiene 39 años y una cuenta corriente voluminosa, aunque menguante con el ir y venir de personas poco recomendables que hacen negocio con trapicheos nada saludables. Camellos, como denuncia desde hace mucho tiempo su madre Lourdes Ornelas, absolutamente impotente con la situación. Los carteles que pegó en la puerta del domicilio de su hijo, intentando disuadir a traficantes de drogas, solo amplificaron el problema, nunca lo corrigieron. La respuesta de Blanes a su progenitora, pero también a amigos y seguidores que se preocupan por él, es la de ridiculizarlos e ignorarlos. Se ha lanzado de cabeza a una espiral de autodestrucción durísima, no hay marcha atrás. Cada documento gráfico que expone en su cuenta en Instagram es peor que el anterior. Pero siempre es capaz de superarse.

Camilo Blanes y Lourdes Ornelas casa familiar GTRES
Camilo Blanes y su madre Lourdes Ornelas / GTRES

Camilo Blanes, ahora Sheila Devil, con una pistola tirada en el suelo

Hace unas horas volvía a subir más material al mundo virtual, de fiesta con el grupo que se ha convertido en su guardia pretoriana a la vez que los testigos de una historia con final infeliz más que garantizado. El aspecto del cantante frustrado y su reconversión ya no llaman la atención; ahora lo más chocante es comprobar el desbarajuste que reina entre las paredes de la mansión. La suciedad se lo come todo, se ha convertido en un after que no cierra nunca... y que nadie limpia, ni ordena, ni airea. Da miedo. Y si te fijas en los detalles aparentemente más insignificantes, del miedo pasas al pánico: esta noche en una de las instantáneas se veía una pistola tirada en el suelo. Lo que faltaba.

Camilo Blanes pistola detalle Instagram
Una pistola en casa de Camilo Blanes / Instagram

Si es un arma real o de juguete no es el debate: lo más preocupante es la foto conjunta

Seguramente se trata de un arma de fogueo, un juguete o incluso una réplica de aquellas que disparan balines o proyectiles no mortales. Pero claro, si tomas la fotografía conjunta de la situación te entran las dudas. El cuadro es aterrador. Sorprende la aparición de guardianes de la moral y las esencias dispuestos a justificar cada nuevo giro de Blanes. No le hacen ningún favor, todo es espantoso.

La historia de terror no tiene final.