Camilo Blanes es el hijo del mítico cantante Camilo Sesto. Tiene 39 años y muchos problemas. El principal son las adicciones: cuando sale de fiesta todo tiembla, especialmente la mansión familiar heredada y su salud. Su estado físico es absolutamente deplorable, demacrado, destrozado por las drogas. Ha perdido el control, o cuando menos esa es la impresión general desde la muerte del artista. Camilín no ha superado ni su fracaso como músico ni el deceso de su progenitor, y parece llevar hasta las últimas consecuencias la letra de la canción más famosa del artista fallecido con 72 años: "Vivir así es morir de amor". De amor a través de los excesos, de las autolesiones. De ponerse al límite.

Un límite que ha cruzado en más de una vez; la policía y los servicios sanitarios conocen bien su domicilio. También los colegas menos recomendables de Blanes y que hacen negocio con él, saben que en su casa hacen el agosto. Cuando se marchan dejan a un hombre hecho un trapo, a medio minuto de la tragedia. A Camilín le importa todo un rábano, su visión del mundo está totalmente distorsionada y perturbada. El mejor ejemplo es el polémico post del fin de semana, dos fotografías que ponen los pelos de punta. "Aquí, en casa del rey", escribía. De reyes allí ni uno. Más bien un ecce homo que no es consciente de lo que transmite. El revuelo ha sido tan mayúsculo que acabó retirando las imágenes.

camilo sesteo adiós GTRES
Camilo Sesto / GTRES
Camilín Blanes con una marca en el brazo Instagram
Camilín Blanes / Instagram

La madre de Camilín ya no sabe qué hacer

La que más sufre el drama de Camilo Blanes es la viuda de Sesto y madre la criatura, Lourdes Ornelas. La mexicana intenta reconducir su vida por todas las vías posibles, incluso llegando al paroxismo: ha pegado un cartel en la puerta de casa prohibiendo la entrada a los camellos que le suministran drogas:  "Prohibida la entrada a ciertas personas que saben quiénes son. Este lugar no es una casa de culto, y menos, un lugar de recreación. Absténganse de entrar o serán denunciados o denunciadas por intromisión en la intimidad y allanamiento de morada. No abusen de la nobleza de las personas que viven aquí”. La lucha es estéril, Blanes sigue a su aire. Y eso es hacerse daño a sí mismo y a la única persona que lo quiere de verdad. Al día siguiente de las fotos ha colgado otra. Todavía más fuerte y con un mensaje demoledor, cáustico, durísimo.

Camilo Blanes y Lourdes Ornelas casa familiar GTRES
Camilo Blanes y su madre Lourdes Ornelas / GTRES
Cartel en casa de Camilín vetando el paso a camellos, Telecinco
Cartel en casa de Camilín  / Telecinco

"Estás loca". Camílin, con peluca cutre y dejada y rictus indescriptible se pone un dedo en la sien en un gesto irrefutable. Le dice eso a su madre Lourdes, pero también a todos aquellos que se han asustado: el 99%, vaya. "¿Estáis bien?", añade desafiante. El cuadro es espeluznante, aunque todavía es peor la sensación de que vive totalmente alejado de la realidad. Los seguidores están horrorizados, esta película no tendrá final feliz.

Camilo Blanes foto dedo sien Instagram
Camilo Blanes / Instagram
  • Tu padre te dejó una vida regalada, una buena vida, honra su memoria, no te autodestruyas. Saca ya de tu vida a la gente tóxica y las sustancias que te hacen daño. Que no te engañen ni te engañes: no te hacen la vida más feliz y divertida, te están matando.
  • No es por tu papá, no es por tu mamá, no es por los fans...es por TI. Ser que Dios creo con amor. Supérate a ti mismo y por tí mismo. Al diablo todos los demás
  • De las adicciones se sale, te lo digo por experiencia, pero tienes que querer, tienes que buscar un aliciente que te haga sentir, simplemente sentir... Y de ahí al "sólo por hoy", que el mañana no existe.
  • Saludos Camilo por favor da la pelea y sal de ahí tú no eres eso ya quisieran muchos estar donde tú estás honrate a ti y a tus padres hijo, la vida es un bello regalo que debemos aprovechar. Un abrazo lleno de amor y luz para el hijo de un gran ser que amamos muchísimo

La pregunta, Camilo, no es si nosotros estamos bien. La cosa es si tú lo estás. Y la respuesta, aunque no lo quieras reconocer, la sabes.