El Estado de Bienestar se compone por la salud, la educación y el sistema de pensiones. Un modelo que empieza a fallar, algo que puede provocar grandes desigualdades entre el ser humano, ya que cualquier día será un lujo asistir a la escuela. La educación es algo que siempre debería estar garantizada. La herramienta más poderosa para transformar el mundo y nuestras vidas. Sin embargo, el concepto que los humanos tienen de educación es completamente erróneo, ya que se piensa en ella como un medio para adquirir unos conocimientos específicos que nos llevarán a una mejor calidad de vida. Más allá de aprobar exámenes y pasar cursos, la educación debería darnos la base para tomar decisiones y ayudarnos a afrontar los retos que nos plantea la vida.

Una profesora imparte clases en un coelgio. EP

Frededir Skinner se plantó contra el sistema educativo en los años 80. El psicólogo denunció las carencias del sistema educativo. El experto en comportamiento y conducta defendía como una de sus teorías de psicología que "ser recompensado cuando haces algo bueno es un refuerzo positivo. Además de que te quiten cosas cuando haces algo malo que son refuerzos negativos. Cuando tus padres te dicen 'buen trabajo' cuando consigas algo piensa en mi teoría de refuerzo positivo".

Cualquier persona a la que le pregunten una definición de educación hablaría de exámenes y de memorización, pero eso es totalmente erróneo para el psicólogo. “La educación es lo que sobrevive cuando lo aprendido ha sido olvidado”.

Skinner afirma que la educación no consiste en memorizar sino en aprender 

Skinner analizó el conductismo, una corriente que estudia cómo el entorno moldea el comportamiento. Para él la educación es mucho más que transmitir información. Debía ser un proceso transformador que debía centrarse en generar aprendizajes útiles y duraderos, en lugar de aportar conocimientos efímeros.

Esos contenido que nos enseñan en las escuelas y memorizamos, se pierden con el tiempo. Una vez aprobado el examen te olvidas, no sirven para nada. No es lo que queda, pero hay un impacto que perdura en el tiempo.

Skinner nos recuerda que la educación no es lo mismo que memorizar. Los datos se olvidan, pero las habilidades y las formas de pensar permanecen. Aprender no consiste en acumular información, sino en desarrollar capacidades que sigan siendo útiles con el paso del tiempo.

Un estudiante puede olvidar fechas o fórmulas, pero si ha sido bien educado, sabrá analizar situaciones, comprender problemas y tomar decisiones con criterio. Por eso Skinner defendía que el aprendizaje es más eficaz cuando refuerza conductas aplicables a la vida real.

La educación, más que transmitir contenidos, transforma a las personas. Incluso cuando el contenido se pierde, quedan habilidades como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la capacidad de adaptación.

De ahí la diferencia entre información y formación: la información es pasajera; la formación es duradera. No importa tanto cuánto sabemos, sino cómo ese conocimiento cambia nuestra manera de pensar y actuar.

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