La nueva etapa de Viajeros Cuatro se ha convertido en el escaparate de las momias españolistas. En vez de darrnos envidia con las maravillas de los destinos del programa, buena parte de los espectadores lo que hacen es borrar de su lista países y ciudades enteras. Es la consecuencia de tener como cicerone a personajes como Jorge Moragas, embajador español en Filipinas, o Bertín Osborne, embajador del "cuñadismo" en Miami. La colección de chascarrillos de Bertín haría ruborizarse hasta el mísmisimo Manolo el del Bombo. Un ejemplo: "Son las 2 y 10 de la tarde. ¿Andéstá el jamón? ¿Y la tortilla de patatas? Como en España en ningún sitio".

Bertín Osborne Vino 2 Miami Viajeros Cuatro

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Bertín parecía no haber entendido la finalidad del programa, eso de hacer de guía turístico VIP. Él va a la suya: De vinito en vinito, quejándose de todo: Del precio del vino, por el aparcamiento, los restaurantes, los camareros... Todo para acabar alabando a España, el "no va más" planetario. Confesaba que Miami ha cambiado mucho desde que ya no vive allí, y que le produce "un estrés horroroso porque soy de campo". No hace falta que lo jures. De campo, pero "señorito", que no nos engañas. Aunque él se vanagloria de haber trabajado mucho en Florida, porque como saben, Bertín es el cantante español de referencia en el mundo. Ni Julio Iglesias ni David Bisbal, no, el dueño del "cotarro" es él, autor de canciones inclasificables como "Yo debí enamorame de tu madre".

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Para aquellos espectadores que todavía no se habían indigestado con el ardor patriótico de Osborne, todavía quedaba la perla final. Una que lo define perfectamente como el 'cuñao' por antonomasia. Ni Cárdenas le supera. "Aquí en Miami todo se mide según tu coche o tu casa. En España es a ver quién la tiene más larga". No queda mucho más que añadir. Sólo la nostalgia de los 14 años que pasaste lejos de la península. "Sin Bertín vivíamos mejor"