Lo que prometía ser una visita de apoyo familiar se convirtió en un campo minado de reproches, silencios incómodos y distancias insalvables. Alejandra Rubio, acompañada de su pareja Carlo Costanzia y del hijo que tienen en común, viajó recientemente a Málaga junto a Terelu Campos. El motivo no era menor: la esperada presentación de Santa Lola, la obra teatral con la que Terelu debuta como actriz en su tierra natal. Sin embargo, el esperado reencuentro familiar no fue tan cálido como se esperaba.
Según fuentes cercanas al entorno de las Campos, la convivencia entre Terelu y Carlo fue insostenible desde el primer día. Las fricciones no tardaron en aparecer. El carácter explosivo del joven actor y su visible incomodidad con las cámaras habrían provocado varios encontronazos con Terelu, quien se encontraba volcada emocionalmente en su estreno y esperaba contar con el respaldo incondicional de su hija.
Terelu Campos, plantada por su hija y su yerno en el día más importante
Aunque la presencia de Alejandra y Carlo en Málaga parecía garantizar su asistencia a la función, Terelu sorprendía a todos al declarar que ella misma les había pedido que no asistieran. Según sus propias palabras, la pareja ya la había acompañado en otra presentación y prefería que pasaran tiempo en familia. Pero detrás de esas declaraciones se esconde una verdad mucho más amarga.
Diversas fuentes apuntan a que la tensión era tal, que la ausencia fue más bien una medida para evitar un bochorno público. La actitud esquiva de Carlo y la evidente frialdad entre madre e hija levantaron sospechas. No es la primera vez que se habla de un distanciamiento emocional entre Alejandra y Terelu, pero esta vez la crisis habría tocado fondo. Según testigos, los días previos estuvieron marcados por fuertes discusiones, especialmente entre la presentadora y Carlo, a quien Terelu habría reprochado ciertos comportamientos que no comparte en lo absoluto. Una disputa que habría terminado por quebrar la armonía familiar y abrir una nueva etapa de distanciamiento emocional.
¿Carlo Costanzia, el nuevo “enemigo” de las Campos?
La figura de Carlo Costanzia empieza a generar incomodidad entre las Campos. Lo que en un principio parecía una relación apasionada y estable, comienza a percibirse como un vínculo que ha alejado a Alejandra de su familia más cercana, especialmente ahora que su primo José María Almoguera también ha dejado entrever una fractura en la relación con ella. Carmen Borrego no ha dudado en lanzar un dardo envenenado a su sobrina, asegurando que “Alejandra está en un punto de su vida en el que le sobramos todos”. Una frase que resuena con fuerza en este contexto y que muchos interpretan como una crítica directa al modo en que Carlo ha influido en su entorno. La joven, centrada en su maternidad y en su vida de pareja, parece haber cerrado el círculo familiar para construir uno nuevo junto a su pareja, aunque esto suponga aislarse totalmente.
Ahora bien, aunque Terelu ha intentado minimizar el conflicto con declaraciones conciliadoras, lo cierto es que la fractura entre madre e hija parece más profunda que nunca. Los días en Málaga, lejos de ser una oportunidad para recomponer lazos, han dejado al descubierto una verdad incómoda: el clan Campos está roto, y Carlo Costanzia podría tener más protagonismo del que muchos imaginaban.