Carlo Costanzia y Alejandra Rubio viven su relación en una clara fase de estabilidad emocional, sin presiones ni grandes gestos como dar el “paso definitivo”. Alejandra lo ha dejado claro: no hay planes de boda a corto plazo y lo ve innecesario por el momento. Este 27 de marzo de 2025, Alejandra Rubio rompió los rumores que apuntaban a un supuesto compromiso. En declaraciones recogidas por Europa Press, contó que su broma sobre haber recibido un “anillo” no tenía otro trasfondo que una ocurrencia divertida. “Ahora mismo no” quieren casarse, puntualizó, argumentando que ambos tienen “muchas cosas en la cabeza” y que están “fenomenal” como pareja sin necesidad de formalizar legalmente su unión. La periodista también aclaró que la broma no había sido más que eso: “Una tontería… era una broma, de verdad, son tonterías eso”.

El trasfondo: un momento intenso

La pareja ha atravesado recientemente etapas complicadas, como el nacimiento del hijo que tuvieron en diciembre de 2024 y la condena de Carlo. Por ejemplo:

Nacimiento del bebé: Alejandra y Carlo dieron la bienvenida a su primer hijo, Carlo Jr., el 6 de diciembre de 2024. La buena noticia llegó tras un embarazo muy sonado y un fuerte vínculo familiar.

Fin de la condena: En marzo de 2025, Carlo completó una pena de 21 meses por estafa agravada, y Alejandra celebró con él la primera noche juntos tras años de separación nocturna.

Estos acontecimientos marcan una transición importante. Alejandra ha expresado que se sienten juntos y “muy, muy contentos”, subrayando que no necesitan pasar por el altar para consolidar su vida en pareja. 

Una relación realista y con prioridades

En abril de 2025, fuentes cercanas revelaron que la joven pareja ha tomado decisiones conscientes: han decidido no ampliar la familia por ahora, centrarse en el bienestar del bebé y cuidar su relación como prioridad. Carlo también reconoció que cierta distancia emocional surgió al cuidar al bebé siendo padres primerizos. En una entrevista compartida con medios, admitió que el cansancio y las complicaciones del día a día ponen a prueba incluso las relaciones más sólidas. Alejandra refrendó este pensamiento, reconociendo que hoy su camino está en la maternidad, el bienestar de su hijo y la reconstrucción de su relación, no en una boda.

¿Qué pasará en el futuro?

El discurso deja abierta la puerta a una boda en un futuro incierto: “en el momento en el que nos lo planteemos, lo plantearemos”, según Carlo, refiriéndose a una unión civil o ceremonia íntima. Pero, por ahora, el mensaje es claro: disfrutan de la vida tal y como está, sin dar por hecho un matrimonio. Carlo Costanzia y Alejandra Rubio muestran una relación pragmática y madura tras tiempos complejos. Con un hijo recién nacido, la pandemia de episodios judiciales superada y prioridades claras, consideran que una boda no añade valor a su etapa actual. Aunque no descartan casarse algún día, lo real es que hoy se sienten “fenomenal” sin anillos, y sin planes de boda a corto plazo.