La vorágine de caras populares que se han decantado por pedir el referéndum (desde Karmele a Clara Lago) ya tiene la primera víctima: Aleix Espargaró. El diario de Pedro J. Ramírez ha tardado tres días, demasiado para ser ellos, en hacerle un artículo crítico al piloto de moto GP. Desde que Espargaró calificó de "barbarie" la actuación de los poderes del Estado el 20-S en Catalunya contra el referéndum, le han llovido las críticas de los medios más derechistas de Madrid. Quizás el más cafre fue Alfonso Ussía, articulista de La Razón, que le reservó un insulto muy español: "soplapollas".

aleix espargaró @AleixEspargaro

Otro medio, Periodista Digital, dirigido por otro opinador de derechas como es Alfonso Rojo (más conocido para ser el exmarido de Ana Rosa Quintana) titula la recopilación de tuits unionistas contra el piloto con un explícito "Espargaró se llleva un recital de hostias por su soflama contra la Guardia Civil". Muy sutil todo. Los últimos en apuntarse a la cacería contra el joven motorista han sido los de El Español. El digital de Pedro J. intenta ser un poco menos maleducado pero utiliza para descalificarlo dos argumentos a cada cual más tendencioso: Espargaró nunca ha oído el himno de España desde lo más alto del podio de un Gran Premio porque nunca ha ganado ninguno.

aleix espargaro casco @AleixEspargaro

Aleix hará bien en no sacarse el casco para evitar las pedradas que le tiran por pedir que se pueda votar. Pero el ataque de El Español no acaba aquí. Como quien no quiere la cosa, recuerda a sus lectores que el piloto catalán reside oficialmente en Andorra desde 2013. El propio motorista avanzó a Pedro J.  con este tuit:

espargaro llora @AleixEspargaro

Tanto desgaste habrá hecho sudar o llorar al piloto de Granollers, que en el G.P. de Aragón ha tenido que pedir disculpas "por si había ofendido a alguien". Algún patrocinador le llamó al orden ante la campaña que se estaba iniciando en las redes para boicotear los productos que anuncia. En la carrera acabó sexto. Teniendo en cuenta que retuiteó el president Puigdemont anunciando los puntos de votación del 1-O, lo siguiente que le podría caer encima es el ministerio fiscal.