“Lo que Meghan quiere, lo consigue”, es la famosa frase que, supuestamente le dijo el príncipe Harry a la estilista de la reina Isabel II, Angela Kelly, cuando la ex actriz estadounidense estaba organizando su boda real en 2018. Ahora, en su libro de memoria, titulado ‘Spare’, el hijo menor del rey Carlos III y Lady Di afirmó que él nunca le dijo eso a la gran confidente de su abuela, ni a ningún empleado del Palacio de Kensington. De hecho, de acuerdo con las declaraciones del duque de Sussex, fue Angela Kelly quien le hizo la vida imposible a su entonces prometida.

Según el príncipe Harry, la estilista de confianza de Isabel II logró amargarles la vida durante los preparativos de su boda a causa de una de las tiaras de la fallecida monarca. En uno de los capítulos de su libro, Harry contó que sus tías, las hermanas de su madre, le habían ofrecido una de las tiaras de Lady Di para que la usara el día de su boda. Meghan estaba realmente “conmovida” por este ofrecimiento, por lo que pasó “horas y horas” con el diseñador de su look nupcial para conseguir que su velo combinara a la perfección con la tiara de la familia Spencer. Sin embargo, unas semanas antes de la ceremonia, Isabel II se acercó a los Sussex y le ofreció a Meghan una de sus tiaras de su colección. “Incluso nos invitó al Palacio de Buckingham para probárselas”, recordó Harry.

Harry indicó que esa fue “una mañana extraordinaria”, dado que su difunta abuela le permitió entrar a su vestidor privado, un lugar desconocido hasta para el propio Harry. Junto a ellos también se encontraba Angela Kelly, quien era conocida en el Palacio con el mote de ‘AK-47’, debido a su carácter. Finalmente, Meghan eligió una de las cinco tiaras que la reina le ofreció y le recomendó que se la probara con su estilista personal antes de la boda. Sin embargo, el príncipe Harry revela que cuando trató de comunicarse con Kelly para llevar la tiara a la prueba de peinado, la estilista nunca respondió. Cuando finalmente pudieron contactarla, Kelly se negó a sacar la tiara del Palacio, indicando que eso “no se puede hacer”, dado que requería de un oficial de la Scotland Yard para proteger la joya.

La estilista de Isabel II hizo temblar al príncipe Harry y a Meghan Markle

El marido de Meghan Markle reveló que la actitud amenazante de Angela Kelly llegó a exasperarlos, dado que hacía todo lo posible por hacerles todo un poco más difícil. Tras mucho tiempo insistiendo, Kelly “apareció de la nada” en su residencia oficial, el Palacio de Kensington, para hacerles firmar un formulario de autorización para poder entregarles la tiara que usaría Meghan el día de su boda. “Me clavó una mirada que me hizo temblar. Pude leer en su rostro una clara advertencia. Esto no ha terminado”, se puede leer en uno de los capítulos de ‘Spare’. Finalmente, Meghan Markle pudo usar la tiara bandeau de diamantes de la reina Mary, una pieza que data de 1893.