Desde la salida de Meghan Markle de la Familia Real británica en 2020, una gran cantidad de expertos en moda han analizado la evolución de su estilo, comparándola con algunas royals como Kate Middleton, la reina Máxima de Holanda y la reina Letizia. Sin embargo, cuando aún era representante activa de la Corona, la esposa del príncipe Harry prefería no destacar al elegir un estilismo minimalista y en colores neutrales, convirtiéndose en su sello personal. No obstante, en uno de los episodios de su serie documental para Netflix, ‘Harry & Meghan’, la ex actriz estadounidense reveló que Isabel II la obligaba a cambiarse de ropa para no competir con ella, por lo que decidió usar solo colores tenues y muy apagados para no tener ningún tipo de problema con los códigos de vestimenta permitidos en el Palacio.

Ahora, la duquesa de Sussex no debe rendirle cuentas a la monarquía y ha optado por atreverse un poco más a la hora de elegir el color de sus atuendos, decantándose por colores mucho más llamativos y vibrantes que reflejan un poco más su personalidad, dejando atrás esta etapa monocromática. En el 3er episodio de su serie, estrenada el pasado jueves 8 de diciembre, Meghan Markle reveló cómo cambió su vida cuando llegó a Londres como la prometida del príncipe Harry, incluyendo el cambio drástico de su estilo para no irrespetar a Su Majestad ni a las personas con un rango más importante que ella dentro de la Familia Real.

Retrocediendo el tiempo hasta 2018, se puede ver que Markle solía vestir siempre de beige, camel y blanco para cumplir con su agenda de compromisos junto al príncipe Harry. Para eventos un poco más elegantes, la duquesa se decantaba por un atuendo en azul marino o con toques en color negro, pero nada muy llamativo. Esto contrasta con las tonalidades de los icónicos trajes de la reina Isabel II, dado que ella sí podía ir de cualquier tonalidad para cualquier evento y mientras más llamativo fuera su estilismo, mucho mejor.

Meghan Markle quería pasar desapercibida en Londres

Respondiendo algunas dudas sobre su elección de vestimenta, Meghan Markle reveló lo siguiente: "Según tengo entendido, nunca puedes llevar el mismo color que Su Majestad si se trata de un acto de grupo, pero tampoco deberías llevar el mismo color que otros de los miembros más veteranos de la familia", cuenta Meghan. “comienzan las declaraciones de Meghan Markle en el documental de Netflix. "Había que pensar en ello. Así que yo pensaba... 'Bueno, ¿cuál es un color que probablemente nunca van a usar? ¿Camel? ¿Beige? ¿Blanco?", agregó.

De esta manera, Meghan se protegía al no coincidir nunca con un traje del mismo color que el de la reina Isabel II, Camilla Parker Bowles y Kate Middleton, las mujeres más importantes de la monarquía británica en ese momento. Además, Markle también reveló que con la elección de sus trajes esperaba pasar totalmente desapercibida, dado que no quería llamar la atención de forma negativa. "Llevaba muchos tonos apagados también para poder pasar desapercibida. No quería destacar. Intenté unirme a esa familia tratando de hacer todo lo posible para encajar. No quería avergonzarles", confiesa Meghan Markle.