Carlos III siempre ha sido un hombre muy peculiar. El nuevo monarca británico tiene muchas manías y costumbres muy arraigadas que no pretende cambiar, al punto de que varios autores han recopilado algunas de ellas en sus publicaciones. Pero, dejando de lado la exigencia del nuevo rey con su personal de servicio y sus preferencias a la hora de comer, ahora se ha dado a conocer que Carlos III viaja siempre con un osito de peluche, pero no es un peluche cualquiera, es el osito que lo ha acompañado desde su infancia, así que debe tener más de 60-65 años.

De acuerdo con el libro recientemente publicado, ‘El Rey. La vida de Carlos III’, del autor Christopher Andersen, el soberano británico ha vivido muy apegado a este juguete desde su infancia, por lo que no viaja a ningún lugar sin él. De hecho, está tan apegado a este osito de peluche que no permitirá que nadie intente arreglarlo cuando se le dañe alguna de las costuras. “Él todavía viaja con un osito de peluche de la infancia. Lo ha tenido desde que era un niño muy pequeño… La única persona a la que se le ha permitido reparar el osito de peluche del rey Carlos es su niñera de la infancia, Mabel Anderson, a quien sigue siendo muy cercano”, indicó el autor.

Además, también reveló que el osito de peluche de Carlos III tiene su propio mayordomo, una extravagancia que solo un miembro tan importante de la realeza se puede permitir. En el libro, Andersen escribió que Michael Fawcett, quien fuera ayudante de cámara y mano derecha del rey, ha sido el encargado de cuidar personalmente al oso de peluche. Su obsesión por este juguete es tan extrema que Carlos suele recurrir personalmente a su ex niñera, invitándole a su residencia oficial para que arreglara con aguja e hilo cualquier costura dañada.

La lista de manías de Carlos III sigue aumentando

Además de desvelar que su compañero de viajes es un osito de peluche de su infancia, el autor también reveló que el nuevo monarca siempre viaja con una bandeja de hielo especial debido a una extraña peculiaridad que compartía con su madre, la reina Isabel II. En una conversación con 'Entertainment Tonight', el autor dijo: "Creo que una de las peculiaridades más divertidas: varios miembros de la realeza tienen esto, la reina también lo tenía: no les gustan los cubos de hielo cuadrados. Llevan bandejas para hacer su hielo, hacen que las lleven a donde quiera que vayan, porque no les gusta el tintineo que hacen los cubos cuadrados”.

También indicó que el rey viaja a todas partes “con un asiento de inodoro hecho a medida”, y también con su propio chef, “La gente que trabaja en el palacio, la gente que ha trabajado para él dice que… cuando va a cenas en casas de otras personas, a menudo trae a su propio chef, para que puedan prepararle una comida que le gustará”, dijo.