Carlos III de Inglaterra (74) ha sido el foco de la prensa desde hace un tiempo por diversos motivos, entre los que destacan su polémica vida amorosa, su reciente ascenso al trono, sus excentricidades, y por supuesto, el aspecto de sus manos.
Durante la polémica sobre el enfado mostrado por el monarca durante la firma de unos documentos cinco días después de llegar al trono, la imagen de Carlos III empuñando una pluma sirvió, entre otras cuestiones, para que la opinión pública reparara en sus dedos, que mostraban una gran hinchazón.
Pero rápidamente los cuestionamientos acabaron cuando se determinó que Carlos III padece dactilitis, un problema de salud que se manifiesta a través de la inflamación de las articulaciones de los dedos, bien en las manos o en los pies, recoge El Español en su sitio web. La expresión popular o vulgar con la que se conoce a esta enfermedad, 'dedos de salchicha', es muy gráfica.

Molestos síntomas
Como ya hicimos mención anteriormente, el principal síntoma de la dactilitis tiene que ver con la inflamación de las articulaciones, una hinchazón que viene dada por la acumulación de líquido sinovial. Por tanto, este problema de salud puede tener una incidencia directa en la actividad diaria, sobre todo ante cualquier ejercicio que conlleve la acción manual. Incluso se han dado casos de pacientes con un avanzado grado de dactilitis que no pueden cerrar los puños.
Desde el punto de vista médico, relacionan esta afección con la artritis (ya sea psoriásica, reumatoide o reactiva), aunque en algunos casos puede estar conectada directamente con otros problemas mucho más complejos, desde la gota hasta la tuberculosis.
Asimismo, otra característica de la dactilitis es que no tiene por qué manifestarse de manera uniforme, es decir, que cada dedo puede sufrir una inflamación diferente, e incluso que este problema se dé solo en una de las manos.
Para diagnosticar esta enfermedad, se requieren una serie de pruebas comenzando por la lógica búsqueda de articulaciones inflamadas, una exploración que se complementará con la observación de posibles anomalías en las uñas.
Posteriormente, se debe hacer una radiografía para poder examinar con más profundidad la articulación afectada y, después, se procedería a realizar unas pruebas complementarias con el propósito de descartar otro tipo de enfermedades, como el caso de la gota, tal como explica el medio ya mencionado.
Sí tiene tratamiento
Aunque sus síntomas son molestos y visiblemente no lucen nada bien, ¡Hay una buena noticia! y es que la dactilitis puede rebajar de forma notable sus síntomas si el paciente sigue un tratamiento adecuado y al pie de la letra.
Para ello, el médico puede prescribir medicamentos antireumáticos con el fin de aliviar el dolor en los casos de artritis psoriásica. En el caso de quienes padecen de artritis reumatoide se suele optar por los corticoesteroides, aunque si los problemas de rigidez son demasiado pronunciados se puede pasar por el quirófano.
Por último, en los pacientes con artritis reactiva se suele recomendar el uso de antibióticos, ya que este problema viene derivado, generalmente, de algún tipo de infección.