Paz Vega lleva muchos años demostrando que es una de las actrices españolas más talentosas e importantes de su generación. La intérprete andaluza, desde que empezó a sacar la cabeza ante cámaras en diferentes series y películas, se ha ido forjando poco a poco una sólida carrera con algunos títulos muy destacables en su filmografía. Ahora que acaba de cumplir 49 años, a las puertas de los 50, la sevillana puede mirar para atrás orgullosa con respecto a su participación en algunas producciones muy recordadas, una lista que incluye, por ejemplo, series como Más que amigos, Compañeros, 7 vidas, La hermandad, Perdóname Señor, El continental o Cuna de lobos, y películas como Nadie conoce a nadie, Lucía y el sexo, Solo mía, El otro lado de la cama, Hable con ella, Teresa, el cuerpo de Cristo, Grace of Monaco, Rambo V: last blood, A todo tren y muchas otras, así como su participación en algunos programas muy exitosos de tele, que no tienen nada que ver con su talento como actriz, cómo es el caso de Masterchef Celebrity o Mask Singer: adivina quién canta.




Después de muchos y muchos años delante de cámaras, desde que empezó en año 1997, Vega ha decidido ahora probar suerte al otro lado, es decir, como directora. Hace dos años, en el 2023, empezó el rodaje de su ópera prima como realizadora, la película Rita, basada en las vivencias de una niña en Sevilla en los años 80. Presentada en la Seminci de Valladolid, el filme, que también ha escrito e interpretado, haciendo el papel de la madre de la protagonista, es al mismo tiempo una emotiva, dura y conmovedora historia sobre esta niña que tiene el sueño de construir una casa para su madre, donde estar a resguardo de la violencia que hay en su hogar: “Siempre he querido dirigir, pero necesitaba contar algo. Y encontré este tema que me parece muy importante. Hay más películas sobre la violencia de género, pero lo que he querido aportar es narrar la historia desde el punto de vista de los críos. Ahí nació Rita”.
Una historia muy especial, un proyecto muy personal que finalmente ha podido llevar a cabo y ha visto la luz. Con motivo del estreno de Rita, la han entrevistado en la revista Vanitatis, y una de las preguntas ha recibido una demoledora y sincera respuesta por parte de la actriz y directora. Le preguntan si en su recorrido internacional, ella que ha hecho películas en todas partes, "¿té enfrentaste a dinámicas de poder, silencios incómodos o desigualdades que hoy, con la lucidez del tiempo, lees de otro modo?". Y la respuesta no puede ser más directa: "He vivido situaciones en el pasado que ahora serían muy reprobables e incluso denunciables. Me tocó defenderme sola y eso me hizo más fuerte". Afortunadamente, dice, ahora las cosas han cambiado, en cierta manera, "sobre todo porque hay cada vez más conciencia por parte de todos de lo que es aceptable o no. Pero no podemos bajar la guardia".


Tiene toda la razón. Vivimos unos tiempos donde cada vez más, las mujeres que sufren situaciones infames como las que recuerda Vega, ya no callan, las verbalizan, y así tiene que seguir siendo, para que dejen de producirse. Pero todavía queda mucho camino por hacer. Igual que el camino de dejar de diferenciar entre si una película la dirige un hombre o una mujer, como ha hecho ella recientemente: "La mirada femenina en el arte es necesaria y no debe ser una anécdota o un cupo. Para las mujeres, mirar sigue siendo un acto político. Y eso incomoda. Pero ahí está la fuerza: en incomodar para avanzar. El verdadero equilibrio llegará cuando ni siquiera haya que hacer estas preguntas, y se hable no de cine hecho por mujeres, sino simplemente de películas buenas o malas, sin importar quién esté detrás de la cámara". Paz Vega, valiente y maravillosa.