Paz Padilla atraviesa el momento más doloroso de su vida, después de la muerte de su marido víctima de un cáncer. Antonio Vidal perdió la vida el sábado, a los 53 años de edad y sólo 12 meses más tarde de que los médicos le diagnosticaran un tumor cerebral. Este lunes ha tenido lugar su funeral en Zahara de los Atunes, en la provincia de Cádiz. Acompañada en todo momento de familiares y amigos, la presentadora de Sálvame reapareció para la prensa antes de entrar en la iglesia, y al acabar las cámaras pudieron captar como agradecía a su entorno la asistencia a la ceremonia y el apoyo recibido en las pasados horas. Último adiós a su gran amor. Ahora la actriz se pronuncia por primera vez en las redes sociales, con una fotografía de ambos, abrazados, y un breve mensaje para homenajearlo.
"Siempre estaremos fundidos en uno. Espérame, que todavía nos queda una tercera oportunidad", escribe Paz Padilla. Eran sólo unos adolescentes cuando empezaron su historia. Ella tenía 14 años y él, 17. Pero el tiempo fue pasando, los dos crecieron y emprendieron caminos diferentes. La artista se marchó a Madrid para conseguir consolidar una carrera televisiva, y la distancia rompió su romance. Aunque la ruptura no fue definitiva. Tuvieron que pasar dos décadas para que se reencontraran y reanudaran su cuento de hadas. Segundo capítulo de una relación que en 2016 sellaron con una boda de película que se hizo en la misma localidad que ayer despidió a Antonio.
Las palabras conmovedoras de la presentadora encuentran la respuesta de su única hija, Anna Ferrer: "Habéis sido el mejor ejemplo de amor, respeto y bondad que nunca tendré. Un amor así de pleno y real merece ser eterno". La influencer es hija del catalán Albert Ferrer, el primer marido de Paz Padilla, con el que estuvo casada entre los años 1998 y 2003. Aunque Antonio no era su padre, la relación entre Anna y él siempre fue excelente.