Hace ya unos días que se estrenó la nueva parrilla de 2Cat, que más pronto que tarde, tiene la firme intención de ser mayoritariamente en catalán. Poco a poco se van estrenando los diferentes programas, y ya hemos visto algunos nuevos, como los de Candela Peña, las Mamarazzis o Xavi Bundó. Quedémonos con este último. Si el día del estreno de L'any que vas néixer hizo más de un 7% de share, un éxito incontestable, este martes siguió en la buena línea, aunque bajó a un 4,8%. El programa es una conversación sensacional entre el presentador y dos invitados nacidos el mismo año, mientras van recordando cosas del pasado. Del suyo y del común a todos los ciudadanos, en un país donde antes estaba el NO-DO, del cual van poniendo diferentes imágenes.
Este martes, para el segundo programa, han visitado L'any que vas néixer dos colegas de profesión, dos actores extraordinarios: Àngels Gonyalons y Oriol Grau. Juntos, han ido comentando lo que les ponía el Bundó, por ejemplo, anuncios de juguetes, de cuando ellos dos eran unos niños. Después de verlos, Bundó le pregunta a Oriol si "¿Habías tenido algún Madelman?". Y él, un sí rotundo: "Yo sí... ¡Un montón de hombres en calzoncillos! Cajas de zapatos llenas de hombres en calzoncillos. Era como una sauna gay 'avant la letre'... Lo primero que hacía era desnudarlos, naturalmente", dice divertido Grau, provocando la risa del Bundó y la Gonyalons. "Los desnudaba y les hacía vestiditos y les hacía vivir juntos. Mis hermanos, no, ellos jugaban a guerras. Yo era mariquita de joven, ya. De niño ya apuntaba maneras".
Momento en el que el presentador pone sobre la mesa que "la homosexualidad no era una posibilidad" en época franquista. ¿Cómo lo vivió Oriol Grau? "De repente tenías referentes muy leves. Terenci Moix, que estaba fuera del armario y hablaba de ello. Pero lo vivías en soledad hasta que no encontrabas amigos o compañeros o colegas. Lo vivías con soledad, con angustia, con sentimiento de culpa y pecado y toda esa mierda, la carga religiosa". Pequeños referentes, "pero no teníamos mucho donde agarrarnos, ¿eh?". ¿Y en casa?, le pregunta Bundó. "En casa, nada". Por suerte, él tenía una hermana mayor "que se casó y tuvo dos hijos, pero después se dio cuenta de que también le gustaban las mujeres... Su bisexualidad a mí me abrió las puertas de cara a los padres y todo, porque ella ya había abierto camino y por lo tanto, yo transité con una cierta normalidad".
Un Oriol Grau que no recuerda "explicárselo a los padres explícitamente, pero sí salir algún día el tema de conversación. Recuerdo a los padres de invitarme a una comida y de decirme 'Tenemos que hablar'. En primer lugar me pidieron perdón por no haber creído en mi carrera teatral, por no haberme apoyado. Yo ya había hecho tele. Y después, perdón por no haber sido sensibles a tu orientación sexual. Y dices: 'Ostras, dice mucho de ellos que me pidieran perdón, ¿no?'".
Una conversación a tres bandas que vale mucho la pena recuperar.