Miguel Bosé atraviesa una mala racha. El cantante ha intentado siempre que su vida privada quedara al margen de su carrera profesional, pero últimamente ha estado inmerso en varias polémicas familiares que se han comido al artista y han centrado buena parte de la atención. Y es que ya hace tiempo que Bosé es noticia, una y otra vez, por sus escándalos y no por las canciones que lo llevaron a la fama. Controversias personales que han perjudicado su imagen. En todos los sentidos. Porque si hasta ahora había sido objeto de burlas por parte de los que pensaban que ha perdido la cabeza, este martes se ha dejado ver públicamente, por primera vez en meses, y ha puesto de manifiesto que físicamente tampoco es lo que era.

Miguel Bosé GTRES

Miguel Bosé ha protagonizado varias polémicas últimamente | GTRES

Aunque tiene la residencia fijada en México, el intérprete se instaló, hace varias semanas, en la casa que tiene en la urbanización madrileña de Somosaguas. Con él están dos de sus hijos, Tadeo y Diego, que durante el mes de julio se han reencontrado con sus hermanos Ivo y Telmo. Desde que llegó a Madrid, nadie había visto Bosé por la calle. Escondido, lo que ha trascendido de él últimamente lo deja en muy mal lugar. Desde las novedades del juicio que lo enfrenta con su exnovio, el escultor Nacho Palau, a las teorías de la conspiración sobre Bill Gates y el coronavirus, que lo han llevado a negar la enfermedad aunque su propia madre, la actriz Lucia Bosé, falleció de Covid-19 en marzo. Situaciones de las que no ha querido hablar cuando por fin ha reaparecido ante la prensa. A solas, con ademán serio y visiblemente desmejorado, el autor de Amante bandido ha sido pillado por las cámaras de Europa Press cuando salía de una gran superficie cargado de flores rojas, rosas y amarillas, quizás para llevar al cementerio donde están los restos de su madre. Las revistas del corazón se han fijado en su look dejado:

Miguel Bosé Europa Press

Miguel Bosé reaparece públicamente muy desmejorado | Europa Press

Vestido con un polo negro y unos pantalones de chándal del mismo color, Miguel Bosé se ha dejado una barda frondosa, va despeinado y ahora tiene unos kilos de más. Una transformación física que ha hecho correr ríos de tinta y que impactado a sus fans, preocupados en las redes sociales con el evidente cambio del cantante en los últimos meses. Al juicio aplazado por la custodia de los hijos y su campaña antivacunas por el coronavirus, hay que añadir otro asunto familiar que se conoció el pasado fin de semana: su madre pretendía testificar contra él porque quería que los cuatro hijos del cantante vivieran juntos. De momento, Bosé no remonta.