Una de las profesiones más bonitas que hay, y al mismo tiempo, más complicadas, es la de actor. Cosas buenas hay a espuertas: ponerse en la piel de otro, cambiar de personaje con cada proyecto, hacer conmover, reir, llorar y todas las emociones posibles a los espectadores, recibir su reacción en directo (en caso de los actores teatrales), así como el calor, el apoyo y el reconocimiento de los fans o, como dijo ayer Darko Peric, el famoso 'Helsinki' de La casa de papel, "Yo no sé si he triunfado, yo lo que quiero es seguir trabajando. Y además, este trabajo de actor, puedes durar mucho. Un jugador de bàsquet, no". 

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Darko Peric y Eloi Vila, 'Al cotxe!' / TV3

Eso si, como él, consigues uno de aquellos papeles que te elevan a la categoría de actores reconocidos en todo el mundo, como le ha pasado al bueno de Darko. Evidentemente, sin embargo, está la otra cara de la moneda: lo difícil que es para muchos actores y actrices maravillosos, hacerse un espacio, conseguir proyectos y ganarse la vida con lo que saben hacer y que más les apasiona. No hay que recordar aquel dicho que dice que los locales de noche están llenos de actores tratando de ganarse la vida haciendo de camareros y sirviendo copas. Uno de los que ha pasado por un momento complicado es el gran Martí Pereferrer.

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Martí Pereferrer / TV3

Su caso es uno de los muchos que desgraciadamente hemos tenido que conocer los últimos tiempos. En Catalunya hay actrices, como Mercè Martínez, que tuvieron que reinventarse y ponerse a trabajar en una empresa de componentes electrónicos debido a los estragos que hizo la pandemia. Y hay actores que han hecho un SOS público en las redes buscando trabajo, caso de Josep Linuesa o del mismo Martí Peraferrer, el famoso 'Sáhara' de El cor de la ciutat, que escribía un tuit crudo y muy explícito: "¿Me ayudáis? Necesito trabajar y pagar facturas".

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Martí Peraferrer, ahora / @martiperaferrer

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Martí Peraferrer, cuando hacía de 'Sahara' en 'El cor de la ciutat' / TV3

Hace años, se hizo muy famoso interpretando al querido personaje de 'Josep Llorens', más conocido como 'Sáhara', hermano pequeño de Tomàs, el personaje que interpretaba Lluís Soler y que dejó en shock a los espectadores cuando se supo que él era el violador de la serie. Después, las ofertas fueron disminuyendo, hasta el punto de hacer un llamamiento necesario, y al mismo tiempo original, para ganarse la vida: invitar a los espectadores a que fueran a verlo haciendo teatro en su casa y emplazando a todo el mundo a verlo en su comedor, en el barri vell de Girona, y disfrutar de teatro del bueno, y a un palmo de la cara: "¡Momentos difíciles para la gente de la cultura! ¡Sólo sé hacer teatro! ¡Os invito a mi casa (barri vell Girona) × pasar un buen rato con una buena obra de teatro! Sólo 5 espectadores.Taquilla inversa!". Teatro en el comedor con La vida secreta de Tenesse Williams. Teatro en casa, en una butaca privilegiada, justo ante el artista.

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Martí Pereferrer, haciendo teatro en su casa / @martipereferrer

Ahora, sin embargo, después de esta experiencia, Martí ha comunicado una noticia agridulce. Dulce porque por fin volverá allí de donde no habría tenido que bajar nunca: encima de un escenario, a hacer teatro desde un teatro, a sentirse nuevamente actor delante de una platea y no en el comedor de su casa. Pero agria porque para hacerlo, tiene que hacer las maletas y marcharse lejos de su casa, lejos de Catalunya. El mismo Pereferrer ha comunicado la noticia de su adiós a sus seguidores a través de las redes sociales: "'Ahora ya puedo decir el secreto que he estado guardando! ¡Me marcho a MÉXICO (Puebla) a estrenar mi nueva producción teatral! EL ÚLTIMO VIAJE DE RUDOLF NUREYEV". Martí, sin embargo, lo aprovecha para dejar claro que se marcha porque aquí se ha dado un hartón de llamar a diferentes puertas sin que nadie le abriera: "Aqui he llamado a muchas puertas y ni caso. ¡Allí sólo les tuve que explicar una vez y ya me dijeron que me esperaban! ¡Es así!". Así de triste. Así de real. Una frase que nos tendría que hacer pensar a todos sobre lo que explica para tratar de evitar situaciones como estas. Demasiado talento que se tiene que marchar de Catalunya:

Al saber de sus novedades, enseguida ha recibido un montón de mensajes de apoyo, de ánimos y de enhorabuena, eso sí, deseándole que no tarde en volver a casa y pueda hacer lo que más le gusta ante el público catalán. Como él dice, cuando le desean que "a la vuelta, más y mejor": "¡Sí! ¡Nos quedan tantas cosas por hacer!":

Toda la suerte del mundo al bueno de Martí. Envidia de los espectadores mexicanos que lo podrán ver en la piel del mítico bailarín ruso en los últimos días de su vida. Y la esperanza de que algún día, pronto, Martí vuelva a Catalunya y que le podamos ver en los teatros, series y películas de aquí.