Cristiano Ronaldo provocó un pequeño incendio el sábado, segundos después de ganar la Champions, cuando dijo que había sido muy feliz en el Madrid y que dentro de poco hablará sobre su futuro. Un tono enojado y equivocado por el momento en que lo dijo, según muchos madridistas ofendidos con las palabras de su estrella. De hecho, el portugués ha desaparecido de la presentación de la nueva camiseta del Madrid para la próxima temporada. Cristiano acostumbra a mostrarse enfadado y con cara de pocos amigos cuándo los que hay a su alrededor no le bailan el agua y le ríen las gracias.

Pues ahora, la que no ríe, es su pareja. De un tiempo a esta parte, la instagramer y modelo Georgina Rodríguez aparece con un rictus serio, como si le costara sonreír. Un ejemplo de eso son las últimas publicaciones:

 

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En tabla|puesto shared by Georgina Rodríguez (@georginagio) donde|dónde

Todo lo contrario, por ejemplo, que otra modelo y pareja de futbolista, Coral Simanovich, radiante y feliz que se ha casado con Sergi Roberto. Cristiano tiene muchos seguidores, pero también muchos haters. Y por extensión, también le pasa a Rodríguez. Desde hace unos días, son muchos los que la critican por aparecer tan seria en las fotografías y sin enseñar una sonrisa de oreja a oreja. Incluso, le han criticado que no enseñe los dientes y que se limite a poner morros. De hecho, la última foto suya donde se le veían los dientes es del pasado diciembre:

Ahora, harta de todos los detractores, Rodríguez ha decidido explicar qué le pasa. No tiene nada que ver con CR7. Simplemente, se trata de una cuestión estética: se quiere arreglar la dentadura y antes de que le pongan un aparato bucodental, tiene que llevar brackets de hierro que no quiere lucir públicamente.

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@georginagio

Pero cuando un hater quiere ser hater, no hay instastory que lo pare. Ha sido peor el remedio que la enfermedad, porque ahora han aprovechado para recriminarle que precisamente ella, que tiene más de 5 millones de seguidores en Instagram, podría haber aprovechado para enseñar los hierros y ayudar así a muchos chicos y chicas que también los llevan y que quizás se avergüenzan. Es lo que tiene estar en boca de todos, y nunca mejor dicho.