Hoy por hoy hay en Netflix dos propuestas que están en boca de todo el mundo. Una, la nostálgica Stranger things. La serie del grupo de amigos que plantan cara a los demogorgons y al 'Mindflayer' o 'Azotamentes', en los Estados Unidos de los años 80, bate récords de visionado en el canal de pago. La criatura que sale en la serie de los hermanos Duffer tiene muchas patas y tentáculos succionadores. Como el otro animalito que se ha convertido en protagonista los últimos días. Un pulpo. Porque algunos espectadores están muy alterados por lo que se ve en la película Elisa y Marcela de Isabel Coixet.

Explica la historia real de dos maestras gallegas (Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga), interpretadas por Natalia de Molina y Greta Fernéndez, que se casaron en 1901, siendo el primer matrimonio entre personas del mismo sexo en España, y oficiado por la Iglesia. Lamentablemente, para conseguirlo, una de ellas se tuvo que hacer pasar por hombre, para engañar al párroco del pueblo. La propuesta de Coixet llegó a Netflix hace justo un mes, y son muchos los que no se han quedado indiferentes después de ver dos de las escenas lésbicas que aparecen en la cinta. En una, se las ve en la cama cubiertas de algas. En otra, dándose besos desnudas con un gran pulpo entre ellas dos.

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"Elisa y Marcela"

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"Elisa y Marcela"

Ahora ha sido la misma directora catalana la que ha salido al paso de la polémica, explicando en la cuenta de Instagram de la película de dónde vienen las referencias. No hubiera hecho falta. Cada uno hace las pelis como le salen del moño y no habría que ir justificando porque se escogen unas escenas u otras. Pero Coixet se ha explicado. La del pulpo, de unos grabados japoneses de 1841, una obra de arte erótico donde un gran cefalópodo le hace un cunnilingus a una mujer. La de las algas, un homenaje a la artista gallega Marisa Mallo, concretamente, a una foto de 1945 en una playa donde se la ve con un manto de algas.

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'El sueño de la mujer del pescador', Hokusai (1841)

Resuelta la curiosidad, ahora lo que haría falta es centrarse en la dura y sobrecogedora historia que explica el filme.