Una de las películas más recordadas de Eduard Fernández es El hombre de las mil caras, donde el maravilloso actor catalán se ponía en la piel del ex agente secreto del gobierno español Francisco Paesa, responsable de una operación contra ETA durante los GAL. Pero bien podría aplicarse este apodo del hombre de las mil caras a él, intérprete mayúsculo, que lleva muchos años regalándonos a los espectadores unos papeles memorables, ganando todos los premios posibles e hipnotizándonos cada vez que ha aparecido en pantalla, a menudo, interpretando personajes reales. Eduard ha sido, por ejemplo, el Enric Marco de Marco, el Manolo Vital de El 47, el Òscar Camps de Mediterráneo, el José Millán-Astray de Mientras dure la guerra, o el mencionado Paesa.




En aquel film, El hombre de las mil caras, lo dirigió un director majestuoso, Alberto Rodríguez (7 vírgenes, Grupo 7, La isla mínima, Modelo 77, Los tigres...), que ahora lo ha vuelto a dirigir, esta vez, en una serie que promete ser de las más comentadas de este final de año. Anatomía de un instante, que pronto se verá en Movistar+, concretamente el 20 de noviembre, basada en el libro homónimo de Javier Cercas, sobre el intento de golpe de estado, con la recordada irrupción del teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y su famoso "¡Quieto todo el mundo!" en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981.



Un momento, un instante, aquel 23-F, donde solo tres personas fueron los únicos miembros del Congreso que no se escondieron en sus escaños durante el tiroteo: los entonces presidente del gobierno, Adolfo Suárez; su vicepresidente, el capitán general Manuel Gutiérrez Mellado; y el secretario general del PCE, Santiago Carrillo. En la serie, quien les da vida respectivamente, son Álvaro Morte (el profesor de La casa de papel), Manolo Solo y Eduard Fernández. Un reparto estelar, que además, cuenta con Miki Esparbé haciendo de rey Juan Carlos, Óscar de la Fuente haciendo de Milans del Bosch o David Lorente como Tejero. Contar con todos ellos, y con el increíble Eduard Fernández, es garantía de que será un seriote que valdrá mucho la pena.

Esta mañana, el protagonismo lo ha tenido otro político, Carlos Mazón, que ha provocado vergüenza ajena anunciando su cínica dimisión con una puesta en escena y unas palabras lamentables. Y en El matí de Catalunya Ràdio Ricard Ustrell ha entrevistado a Alberto Rodríguez y Eduard Fernández, un Eduard Fernández que no ha desaprovechado la oportunidad de hundir a Mazón, "ha hecho una rueda de prensa que ha quedado aún peor de lo que estaba, que parecía mentira, pero 'lo ha lograo, con mucha perseverancia'", dice con todo el sarcasmo del mundo. "Es un buen momento para hablar de los políticos y de cómo se hace política". O cómo se hacía en los años 80.


"Está bien ver" que pasó, tantos años después, "lástima no haber hecho una segunda Transición, que se podría haber hecho, que ya no estaba el 'ejército sublevado... y tampoco se quiso por algo'". "A las generaciones más jóvenes les sorprenderá que Adolfo Suárez haga el saludo fascista, pero es que viene de ahí", dice el director, y Eduard añade que "a la gente joven que la ha visto, se engancha, no sabían que había ido así la cosa". Hablando de los jóvenes, y de este aumento de su interés por la ultraderecha, el actor tiene la sensación de que "una gran parte de estos jóvenes que se hacen de extrema derecha, que les 'mola', que está 'de moda', no saben bien bien qué es, y que si pasaran a vivir no en democracia, sino una dictadura, o una democracia con un solo partido, que es lo mismo, dirían: 'Hostia, no sabía que era así'".

Fernández y Rodríguez han recordado cómo ha sido el rodaje de la serie, rodando incluso en el Congreso de los Diputados. Eduard, emocionado, revela que "yo, como Santiago Carrillo, 'tuve... estuve obligado a fumar en el Congreso'. Yo he fumado en el Congreso hace seis meses". Un rodaje donde, como podía haber un pleno en cualquier momento, tenían la consigna de entrar o salir en tres horas, si hubiera habido alguna sesión parlamentaria.