El ex futbolista del FC Barcelona Carles Puyol sigue muy activo dentro del mundo del fútbol a pesar de haberse retirado. Considerado como uno de los mejores defensas de la historia del club azulgrana, sigue vinculado a este deporte. Junto con otro exj ugador, Iván de la Peña, lleva una agencia de representación donde tienen clientes como Marc Batra. También es habitual verlo en acontecimientos importantes, como el sorteo del Mundial de Rusia 2018.

Puyol fue uno de los muchos jugadores retirados que pisó el Palacio del Kremlin de Moscú para ser una de las manos inocentes del sorteo. Después de este momento tan especial, vivió una situación de lo más incómoda con una "gran" sorpresa final.

 

No está mal la defensa que han escogido para defender la copa Not en bad defence tono defend the lagar

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Dos supuestas fans rusas se acercaban al ex capitán del Barça para hacerse una fotografía con él. Hasta aquí todo normal. Puyol empezaba a sentírsese incomodado cuando una de ellas le dijo que tiene un "cabello muy bonito" y que es "muy guapo". Acto seguido, sacaba un consolador gigante y, mientras lo golpeaba ligeramente en la cara con el artefacto, le expresaba el deseo de mantener relaciones sexuales con él y el curioso utensilio.

"Va, bye. No, no". Eso es todo lo que Puyol, que no daba crédito a la situación, podía decir. Gracias al personal de seguridad del acontecimiento, pudo superar este surrealista episodio que a buen seguro le costará olvidar.