Sara Carbonero está centrada en su faceta como madre mientras dirige su nueva empresa, una marca de ropa, complementos y decoración llamada Slow Love; un negocio con productos hechos en España que propone un estilo de vida boho-chic.
En su Instagram ha compartido fotografías de sus vacaciones por Portugal y también durante sus días en Madrid, donde se han reformado la casa después de invertir dos millones de euros. Pero últimamente son sus dos hijos los protagonistas de sus últimas publicaciones en la red.
Y la última imagen que ha compartido ha encendido la red. De nuevo. La polémica ha empezado a raíz de a una fotografía de la habitación de Martín, el grande de los hermanos, en la que Carbonero ha mostrado que ha colgado unas cabezas de peluches al gustarle mucho a los pequeños. Pero esta decoración ha sido muy criticada.
"Estos juguetes representan trofeos de caza. Quien ama los animales quiere verlos enteros y en su hábitat natural, no como una cabeza colgada en la pared", "qué mal rollo" o "prefiero los animales de cuerpo entero", han llegado a comentar de la fotografía. Ante estos mensajes, sin embargo, han sido muchos los seguidores de Carbonero que han querido defenderla, incrédulos ante esta percepción.
Una publicación inocente que ha generado todo un debate en Instagram.