Hoy, más que nunca, las cartas de la mayoría de restaurantes gozan de una diversidad sin precedentes. En muchos casos, cumpliéndose el famoso refrán de "aprendiz de todo, maestro de nada". Si nos dirigiéramos al polo opuesto, lo que encontramos es la especialización: sitios donde se centran en un solo producto y que pretenden destapar absolutamente todos los secretos del mismo.

Entra entonces en escena Bardeni, un pequeño local barcelonés donde se rinde pleitesía a la carne, y cuyo capitán es el chef Dani Lechuga (¿ironías de la vida, ¿eh?)

Con un servicio y propuesta más desenfadada que la de Caldeni (su restaurante gastronómico), la idea aquí es que compartamos platillos y disfrutemos del gran producto que nos ofrecen ya sea sentados en los cómodos taburetes de la barra o en las mesas y sillas que completan el resto del local.

La carta la encontramos tanto en papel como pintada por las paredes de la sala, directa y concisa como ella sola, y además dando la oportunidad de degustar platos no cárnicos pensados para esos acompañantes que prefieren una cena más ligera. Con tenedor y cuchillo en mano, ¡los Miguelines se preparan ansiosos para descubrir los placeres que oculta la carne!

Lo primero que nos llega a la mesa es una deliciosa y refrescante ensalada de tomates del Maresme con hoja de cilantro. Producto de temporada que además viene pelado resultando así más fácil de comer y evitándonos que la piel estropee la textura de la jugosa pulpa. Es necesario recalcar lo difícil que es a día de hoy encontrar tomates que sepan a tomate como estos…

Ensalada de tomates del Maresme

Amanida de tomàquets del maresme

Seguimos con una cecina de León, potente y madurada, cuyo olor ligeramente ahumado nos recuerda al monte y a los productos que de allí surgen. Deliciosa, pero algo más de grasa le hubiera venido de cine.

Cecina de León

Cecina

La siguiente encarnación de este mismo producto se materializa en forma de croquetas, las cuales lamentablemente consistían casi exclusivamente en bechamel, faltándole chicha y sobretodo más cecina en el interior. Una pena, porque la delicada costra y la cremosidad general del conjunto es fantastica.

Croquetas de cecina

Croquetes de Cecina

Llega la prueba de fuego: el steak tartar. Y afortunadamente consigue no solo un aprobado, sino ¡un sobresaliente! El excelente punto de picante potencia el conjunto resultando en un sabor fino y elegante en boca. Un must.

Steak tartar

Steak Tartar

El sándwich de fricandó hace acto de aparición, y es este momento en el que los Miguelines nos deshacemos en suspiros y elogios hacia semejante bocado canalla. Suculencia máxima.

Sándwich de fricandó

Sandwich de roast beef

Terminando con los entrantes, el canelón de rabo de buey con trufa de verano. Goloso como él solo, aunque la pasta del canelón era demasiado gruesa para nuestro gusto, costándonos un poco masticarlo. Fragante gracias a la trufa de verano, aunque luego en el apartado gustativo esta no tenga nada que hacer contra la invernal Melanosporum.

Canelón de rabo de buey y trufa de verano

Caneló de cua de bou amb tòfona d'estiu

Llega ya el ansiado momento: Solomillo de Angus de Nebraska. Si tuviéramos que comparar su textura con algo, sería sin duda la mantequilla. El corte básicamente se deshace en nuestras bocas tras varios bocados, y su exquisito sabor y jugosidad no tienen parangón. La infiltración de grasa de esta pieza es la que crea esa magia en nuestros paladares.

Solomillo de Angus de Nebraska

Filet d'Angus de Nebraska

Como somos unos gourmets insaciables, no pudimos resistirnos a pedir otro corte diferente: el Onglet con cebolla y salsa priorat. Situado en el diafragma del animal, tiene unas intensas notas de caza y además se genera un contraste interesante entre la crujiente cebolla y la ternura de la carne.

Onglet con cebolla y salsa priorat

Onglet amb ceba i salsa del priorat

Dejando la parte salada y adentrándonos en el terreno de lo dulce, nos decidimos por un triunvirato de éxito: torrija, crema catalana y tocinillo de cielo. A destacar la ligereza del segundo, que se asemejaba por textura a una mousse más que a una crema.

Torrija, crema catalana y tocinillo de cielo

Assortit de postres

Como podéis ver Bardeni hace gala de una cocina honesta, que no enmascara el producto. Un verdadero punto de referencia en la ciudad condal para los que, como nosotros, aman la carne.

Puntuación
Comida   Vinos
69   67
Servicio   Local
68   69
Precio   Estrellas Miguelín
35€   1 estavellis
Por persona: 4/5 platos a compartir + 1 copa de vino.  

¿Dónde está Bardeni?

Dirección: C/ de Valencia, 454, 08013 Barcelona

Teléfono: 932 31 45 11

Horario: De martes a sábado de 13:30 a 15:15 y de 20:30 a 22:30. Lunes y domingo cerrado. 

Web: http://www.caldeni.com/bardeni/