El trabajo tiene momentos pesados, pero con fuerza de voluntad y dedicación todo se puede superar. Buen ejemplo de ello es Wolfang Kemereit, trabajador incansable del Deutsche Bundesbank, el banco central de Alemania. Este empleado ha dedicado seis meses de su jornada laboral a contar una por una las 1.200.000 monedas que le han llegado procedentes de una curiosa herencia.

Un hombre que murió el pasado mes de mayo, dejó a su familia un montón de bolsas llenas de monedas de 1 y 2 céntimos de marcos alemanes. Moneda que se extinguió el año 1999 con la entrada en vigor del euro.

El difunto acumuló 2,5 toneladas de monedas durante toda su vida. Según la televisión local NDR1, no se ha podido hacer uso de la tecnología ni de máquinas para contabilizar las monedas a causa de su deterioro. Muchas estaban oxidadas y enganchadas entre ellas.

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"Cada moneda ha pasado por mis dedos. Me encanta este tipo de trabajo. En este aspecto, no tengo ningún problema con la tarea". No hay nada como estar satisfecho con uno mismo. Pero ... ¿Cuál es la equivalencia de esta gran cantidad de monedas? 8.000 euros.