Juan Carlos I y Felipe VI no se hablan. Casa Real se ha desvinculado completamente de los últimos movimientos del emérito. El marido de la reina Sofía se ha hartado de sentirse ninguneado y menospreciado y ha decidido demostrar que todavía es una persona poderosa. Quiere dejar constancia de la importancia de su figura en España, aunque haya cometido ciertos errores. Ya ha pedido disculpas y cree que no debe pasar más tiempo en el exilio. Estas acciones han hecho mucho daño a su figura sin esperárselo, pero también al reinado de su hijo, al que realmente nunca hubiese hecho daño.

Juan Carlos y Felipe
Juan Carlos y Felipe

El emérito siempre ha protegido a Felipe VI. Entendió que debía apartarse de la corona para no perjudicar el reinado de su hijo. Acumulaba muchas polémicas y su imagen estorbaba. Le cedió el trono y unos años más tarde se marchó al exilio. Aunque ahora mismo esté distanciado de su hijo, Juan Carlos I nunca ha dejado de apoyar al padre de sus nietas.

El emérito es el encargado de mantener con la boca cerrada a Iñaki Urdangarin. El padre de Juan, Miguel, Pablo e Irene sabe demasiadas cosas, ha convivido más de dos décadas con los Borbón y podría hacer que la corona desapareciese para siempre. Es el chantaje que utiliza el exduque de Palma contra ellas por haber ingresado en prisión por su culpa.

Iñaki Urdangarin se hace de oro por su silencio 

Juan Carlos I pidió a Iñaki Urdangarin que aceptase entrar en prisión cuando estalló el caso Nóos. Podía salvar a la infanta Cristina, ya que hubiese sido un escándalo ver a la hija de un rey en la cárcel, pero no a los dos. La ciudadanía estaba muy enfadada y la institución pendía de un hilo. El exjugador de balonmano aceptó la condena en silencio porque le esperaban suculentos beneficios.

El marido de la reina Sofía le prometió una vida a todo lujo. No tendría que volver a trabajar. De hecho, a día de hoy Iñaki Urdangarin asegura que solo cobra 900 euros de la pensión que recibe por haber estado en prisión. No obstante, la vida de millonario que lleva junto a Ainhoa Armentia no es factible con esa cantidad. Según Juan Luis Galiacho, el ex de la infanta Cristina habría cobrado dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que una conocida editorial le ofreció escribir y al que renunció. También percibiría 25.000 euros mensuales de por vida a través de transacciones desde Suiza para evitar a la Hacienda Pública. Ahora mismo es Juan Carlos I quien se encarga de todos estos pagos, pero el día de su fallecimiento será la infanta Cristina quien continúe con ellos. La promesa es que Iñaki no puede decir nunca ni una sola palabra.

Iñaki y Juan Carlos / EFE
Iñaki y Juan Carlos / EFE