Felipe y Matilde de Bélgica han vuelto a recibir con los brazos abiertos a Felipe VI y Letizia, quienes viajaron el pasado martes por la mañana a Bruselas con motivo de la inauguración del festival Europalia España, que incluye la exposición ‘Luz y sombra’ de Goya y el realismo español. Las familias reales tienen una excelente relación. En los últimos años solo se han visto en actos internacionales, la última vez el 18 de mayo, en el Vaticano, con motivo del inicio del pontificado de León XIV. Sin embargo, la última vez que se reencontraron los cuatro juntos fue en 2014, cuando los monarcas españoles heredaron el trono. Era una cita que se incluía dentro de la gira de presentación como nuevos reyes de España, uno de los países era Bélgica.
Coincidieron también en el funeral de la reina Isabel II y en la proclamación de Carlos III. Felipe VI también quiso estar presente en la celebración por la mayoría de edad de la princesa Ingrid, la hija mayor de los príncipes Haakon y Mette Marit de Noruega, pero sin la reina Letizia. Los cuatro, junto a otros reyes de Europa, también estuvieron presentes en los actos por el 80º aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz.
Esta relación inició en el reinado de Juan Carlos I y Balduino quien junto a su esposa, Fabiola, nacida en España, veraneaban en Motril (Málaga) donde el monarca belga murió de un infarto en 1993. El entonces príncipe Felipe de Bélgica podría haber sido familia de los Borbón, y es que tuvo un amago de relación con la infanta Cristina, pero no llegó a más.
El atasco que provoca una discusión con Felipe VI
Letizia es una mujer muy exigente y siempre quiere que todo salga redondo, sin embargo a veces las cosas escapan de su control, pero no lo comprende. A su llegada, los monarcas se retrasaron unos minutos y rompieron con esa puntualidad, pidieron perdón a los reyes de Bélgica pero no fue culpa suya, estaban en un atasco. Ellos salieron con tiempo de sobras para llegar al encuentro. La reina cree que deberían haberlo previsto antes y discutió con Felipe VI en el coche. La visita ya empezó con mal pie, se notaba en el rostro de ambos.
Cuando a Letizia le salen mal las cosas ya no está tan participativa. Se mostró muy seria en todo momento. Incluso no le gusta que nadie acapare su atención, quiere ser la protagonista de todos los actos. En el acto la reina de Bélgica se vistió de rojo y lógicamente se llevó toda la atención. Ella iba muy discreta, además preocupaba su aspecto físico, mucho más dejada que de costumbre.
En la fotografía que suelen hacerse los reyes juntos, Letizia era la más bajita de los cuatro, debido a que no puede hacer uso el tacón alto por su enfermedad.
