Juan Carlos I ha desafiado a Felipe VI en los últimos meses. Se ha cansado de vivir en el exilio durante tantos años a miles de kilómetros de sus familiares y amigos. La intención de él era volver a España, pero vivir en Zarzuela o Madrid es algo que no se contempla. El marido de la reina Sofía siempre recibía las negativas de su hijo, con quien últimamente estaba muy distanciado, así que optó por demostrarle que aún tiene mucho poder. Al padre de la infanta Elena no se le ocurrió otra idea que demandar a Miguel Ángel Revilla para aprovechar su altavoz mediático. De esta forma se ponía de nuevo en el foco mediático. Por otro lado, también concedió sus memorias a una periodista francesa para que escribiese toda su historia y quedase siempre constancia.

Con todas estas polémicas Felipe VI se enfadó de nuevo, aunque Juan Carlos I consiguió su propósito de vivir en Portugal. Lo más cerca a España que se ha podido. Ahora está a una hora de avión de Madrid, y a una hora en coche de la frontera. Los médicos ya comunicaron a Zarzuela que el emérito no podía realizar viajes de tantas horas debido a su avanzada edad y sus fuertes problemas de movilidad.
Juan Carlos I quiere acudir al acto conmemorativo por los 50 años de la muerte de Francisco Franco
Juan Carlos I no ha podido llevar una vida normal desde que está en el exilio, pero aún así no deja de pedir. Aunque Felipe VI siempre le devuelve un “no” como respuesta. Recientemente le ha insistido en varias ocasiones. Quiere ir al acto conmemorativo del 50 aniversario de la muerte de Franco. El Gobierno ha organizado más de 100 eventos. Zarzuela no piensa dejarle de ir ya que esa imagen ya no se relaciona con la corona ni quiere que se haga. Casa Real se ha desvinculado por completo del dictador Francisco Franco.
Además, Felipe VI está muy preocupado por la inminente publicación de las memorias del emérito con la editorial Planeta programadas finalmente para noviembre. No quiere más revuelto mediático. Casa Real quiere evitar una sobreexposición pública de Juan Carlos I. Oficialmente, la Casa del Rey se limita a responder que “cuando estemos más cerca de la fecha, se anunciará lo que sea”.
Pedro Sánchez se desmarca totalmente porque la decisión recaería en Zarzuela. Además, es cierto que gestionar la presencia del emérito en el acto sería complicado porque generaría un gran revuelo y expectación. Se enfrentarían dos bandos.
