Letizia nunca ha soportado a los Borbón. Siempre ha buscado el momento idónea para vengarse de ellos, algo que finalmente sucedió. La reina no se sintió querida por la familia de Felipe VI cuando llegó a Zarzuela. Todos le hicieron el vacío a excepción de la infanta Cristina. La trataron como una persona inferior por el simple hecho de no llevar sangre azul. Se sintió humillada y ridiculizada, y alguien como ella no lo iba a dejar pasar por alto. La monarca apartó a todos los Borbón cuando estalló el caso Nóos que implicó a Iñaki Urdangarin y Juan Carlos se vio envuelto en numerosas polémicas. Les retiró las funciones institucionales y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado con tal de salvar la corona y el futuro reinado de su hija.
Sin embargo, en el último año ha perdido mucho poder. Se inició una campaña de desprestigio contra ella protagonizada por Jaime del Burgo, pero él solo fue una marioneta. Detrás del abogado podría estar alguien como Juan Carlos I, o incluso Felipe VI, ya que Letizia le dejó arrinconado en la corona. Ella se ocupaba de la mayor parte de actos institucionales cuando debía ser al revés. Nunca aceptó el papel de reina consorte. Era demasiado controladora. Jaime del Burgo destapó una supuesta infidelidad de la reina al rey con él. Esto habría hecho que se mantuviese en un segundo plano muy discreto.
Los Borbón pueden instalarse en el palacio de la Zarzuela
Por esta campaña de desprestigio, los Borbón han ganado terreno. Letizia ha tenido que soportar fiestas de cumpleaños y reencuentros en Zarzuela. Por suerte ha podido evitar que la princesa y la infanta vean a sus tías o a sus primos. El año pasado soportó la compañía de Irene y Miguel Urdangarin, que decidieron tomarse un año sabático. Y parece que este verano quieren volver a quedarse con la reina Sofía en palacio.
Los reyes viven en el recinto de Zarzuela, pero en el Pabellón del Príncipe, a 900 metros del palacio de la Zarzuela, donde vive la reina Sofía. El terreno no solo es propiedad del actual monarca, sino de toda la familia, por ello pueden venir siempre que quieran y más mientras allí viva la emérita, la madre de Cristina y Elena.
Miguel e Irene ya han traído algunas de sus cosas en camiones de mudanza para pasar estos meses de verano en palacio. Sus parejas viven en Madrid y de esta forma pueden estar cerca de ellos hasta que tengan vacaciones.