La historia familiar de la reina Letizia encierra un episodio que ha permanecido durante décadas en la penumbra, protegido por la discreción y el peso de las convenciones sociales de otra época. En el centro de este relato se encuentra su abuela materna, Menchu del Valle, una figura conocida y respetada en el ámbito del periodismo radiofónico, pero también protagonista de un asunto íntimo que ha generado numerosas especulaciones.
Menchu fue, sin duda, una de las voces más influyentes de la radio española durante más de cuarenta años. Su estilo profesional, carisma y compromiso con la comunicación marcaron un legado para los oyentes de la época y para las siguientes generaciones. Además, fue una figura muy importante para Letizia. Ambas compartieron una relación cercana y afectuosa, marcada por la admiración mutua. De ahí la vocación que nació en la actual reina.
El secreto más incómodo de la reina Letizia
Pero más allá de su vida profesional, en lo personal, Menchu, ocultó durante mucho tiempo un secreto familiar: el verdadero abuelo de Letizia no era su esposo, José Luis Ortiz. Según reveló el periodista Isidre Cunill en su libro 'Letizia Ortiz, una republicana en la corte del rey Juan Carlos I', Menchu habría quedado embarazada antes de casarse.
El padre de la reina Letizia era hijo de una relación anterior
El padre biológico del bebé, según estas versiones, no era otro que un oftalmólogo asturiano, cuya identidad exacta nunca se ha confirmado oficialmente, pero que era conocido en círculos médicos y sociales por su brillante carrera. Este médico, que mantenía una relación con Menchu en aquellos años, desapareció de la escena pública tras conocerse el embarazo, dejando a la joven sola ante el peligro.
Fue entonces cuando José Luis Ortiz, quien más tarde sería conocido como el abuelo oficial de Letizia, accedió a casarse con Menchu y a asumir la paternidad legal del hijo que esperaba. Este era Jesús Ortiz, padre de la actual reina de España. Este pacto protegió a Menchu del estigma de ser madre soltera en una sociedad española por entonces muy conservadora. A cambio, José Luis fue reconocido públicamente como el padre del niño, dando estabilidad y legitimidad a la familia que formaron.
