Froilán se encuentra inmerso en el foco mediático. El hijo de la infanta Elena protagonizó una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca la madrugada del 25 de diciembre. Cuando se personó la policía, alertada por los vecinos de la zona, el joven ya no estaba porque había ido al hospital para acompañar a una amigo que había resultado herido. Le identificaron y dieron parte a Casa Real. Es en ese momento cuando Felipe tuvo unas serias palabras con su hermana. Froilán estaba dañando la imagen de la corona y si no sabe comportarse habría que tomar medidas. Le recomendó ‘exiliarlo’ durante un tiempo a Abu Dabi, como Juan Carlos.
Le hizo caso, y menos mal, porque en su corta semana en Madrid estuvo despierto durante cuatro días, de fiesta en fiesta. Terminó en un after que fue desalojado por incumplir todas las normas. Tenía licencia de sauna, superaba el aforo permitido y se estaban consumiendo sustancias estupefacientes en algunas de las salas, como la que se encontraba Froilán.

Froilán se marcha para poner tierra de por medio y dejar de encontrarse en el foco mediático. El joven se siente perseguido por la prensa. Su padre, Jaime de Marichalar, cree que no se le está dejando ser joven, ni se le dejó ser niño, ni adolescente, porque venía de la casa que venía.
La intención es que en este nuevo ambiente Froilán pueda reeducarse. Juan Carlos I le ha conseguido trabajo con más de 6.000 euros al mes y casa propia, una de las más lujosas, no le falta ningún tipo de comodidad. Su abuelo es una de las personas que más respeta, no obstante, éste está muy enfadado con él por su comportamiento.

La ruptura de sus padres cuando él tan solo tenía 9 años le afectó. Jaime de Marichalar era su modelo y una figura que respetaba. A los 11 ya presentó signos de rebeldía y se le envió a un internado en Sussex. La intención era alejarlo de la presión mediática pero los altercados no cesaron. Fue de internado en internado, hasta que con 17 años conoció a su primera novia, Mar Torres.
El amigo de Juan Carlos I es su tercer padre
A día de hoy, la persona que siempre ha estado a su lado y a la que le tiene mucho respeto es Nicolás Murga Mendoza, quien le acompañó a Abu Dabi. Gran amigo del emérito. Fue ayudante de campo de su abuelo desde 2007 y le ayudó con algunos secretos financieros. El coronel del Ejército del Aire, le facilita su aterrizaje en campo desconocido.