Letizia tenía claro que algún día llegaría su momento de vengarse de los Borbón. Se siente muy dolida porque nunca la aceptaron por el simple hecho de ser plebeya y le hicieron la vida imposible para que renunciase al trono, pero no se dio por vencida. La única persona que le dio la mano fue la infanta Cristina, aunque tras el caso Nóos y el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, la reina se la soltó. La madre de Leonor y Sofía se enfrentó al monarca para que tomase una medida drástica con su familia, una de las decisiones más dolorosas. El rey tuvo que eliminar a todos de la corona, les retiró sus funciones institucionales y el sueldo que percibían de los Presupuestos Generales del Estado. Desde entonces la corona se ha dividido en dos porque Letizia nunca ha querido relacionarse con los Borbón, ese apellido es pasado y debe ser olvidado.

Lo que Letizia nunca creyó es que toda esta maldad se le volvería en su contra. La reina apartó a los Borbón de la corona y de la familia, mientras que ella no se separó de los Ortiz Rocasolano, pero estos también han creado algún que otro escándalo. David Rocasolano hundió a la monarca con su biografía sobre la familia, Jesús Ortiz concedió una entrevista cuando su hija se casó con el entonces príncipe, su tía Henar se ha declarado republicana, y Erika Ortiz se suicidó, posiblemente por una depresión que sufría por culpa de la corona.
Telma Ortiz ayudó a Letizia a verse con Jaime del Burgo
Para colmo hace casi tres años un fantasma del pasado reapareció en la vida de Letizia para activar una campaña de desprestigio que podría estar orquestada perfectamente por Juan Carlos I. Jaime del Burgo afirmó que la reina había sido infiel al rey con él durante varios años, y puede afirmarlo tranquilamente porque él es parte implicada de la historia, uno de los protagonistas principales. Desde entonces los monarcas habrían cesado la convivencia, esto sucedió en 2012, el año en el que se hablaba tanto de una crisis y un divorcio.
Esto provocó una importante crisis en los Ortiz Rocasolano, y es que Telma Ortiz habría apoyado siempre a su hermana, incluso a veces jugándose la vida por ella. La hermana de Letizia aceptó fingir una doble vida. Mantuvo una relación con Jaime del Burgo y llegó a casarse durante dos años para que su hermana pudiese verse con él a escondidas sin levantar sospechas en Barcelona.
Desde que se descubrió esta estrategia que enfadó a Felipe VI, a Letizia no le quedó más remedio que separarse de su hermana. Ahora mismo los Ortiz Rocasolano también están distanciados.
