Al rey Juan Carlos se le ha dicho de muchas maneras: el campechano, el emérito, Juanito, el romano, el Patrón del Bribón o Mr. Schumer (sobrenombre utilizado por él mismo para identificarse cuando llamaba a Boss & Co, la armería británica donde Corinna trabajaba de RR.PP). También hay quien le llama el mataelefantes o el comisionista.
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A su nuera, a la reina Letizia, también se la ha bautizado de muchas y diferentes maneras. La reina, la mujer de Felipe, la enemiga íntima de Sofía, la compiyogui de Javier López Madrid, una chica muy lista (definición cargada de veneno de su amigo Peñafiel), Ada (nombre con que firmaba las crónicas cuando trabajaba en un diario mexicano), la ficticia (así la llamaban en los pasillos de TVE), la jefa (cómo le dicen en Zarzuela) o el muy despectivo apodo como la conocen algunos amigos de Felipe, la chacha.
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¿Y Felipe? El rey de España también recibe algunas descripciones curiosas. El preparao es la más destacada, pero hay otros. El sereno, un señor que vive en un palacio pagado por todos (cómo le lanzó Gabriel Rufián), o los bautizos irónicos y maravillosos que le ha dedicado a menudo Pilar Rahola, como pobre chico o un pijo que vota Vox.
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Pero ahora, como destaca Vanitatis, lo acaban de llamar de la manera más ridícula que se recuerda. Lo ha hecho una revista mexicana, que le ha dedicado un panegírico al rey español que ha emplazado a los nobles a dar leche y aceite a los pobres, como si fuera un rey feudal en la Edad Media. Pero para la revista Vanidades el Borbón es una especie de representación en persona de Winnie the Pooh. El medio, antes de que llegue el día del padre, ha analizado la faceta íntima de algunos royals europeos. Han escogido una foto de la visita del rey, Letizia y sus hijas al museo Son Marroig, clausura de las vacaciones en Mallorca del año pasado. Una imagen que resume cómo dicen que es Felipe como padre: "gestos, sonrisas y abrazos constantes en público", con Leonor como la "consentida de papá: la relación se ha intensificado porque Leonor comienza a realizar sus deberes como futura reina". Lo que echa para atrás son las dos definiciones que dan de Felipe: El rey de la casa y Felipe VI de España, el papá más amoroso de la corona.
Ñoño y azucarado, el titular remite a los osos amorosos, aquellos muñecos de felpa de colores, con arco iris, corazones o flores en la panza, donde cada uno tenía un propósito. Sueñosito ayudaba a dormir, Deseosita ayudaba a que se cumplan los propósitos o Divertosito hacía reír.
Pues a partir de ahora, ya lo saben: Feliposito el amoroso... ¿Y cuál es su especialidad?... Hacer el ridículo.