La reina Sofía nunca ha tenido una buena relación con Letizia, aunque es la única que aceptó a la pareja de Felipe cuando éste se la presentó y les comunicó sus planes de boda. Ante todo estaba la felicidad de su hijo, el verdadero amor de su vida. La emérita era conocedora del pasado de su futura nuera, Juan Carlos envió al CNI a espiarla y leyó todos los informes. Aún así la formó para convertirse en una reina ejemplar. Y algunos creen que ha superado con creces a su predecesora. Esto pudo provocar algunos celos en la madre del rey, pero no es realmente ese el motivo de su distanciamiento.
La emérita no tiene un especial cariño a Juan Carlos porque nunca perdonará las infidelidades. Se sintió traicionada y humillada. Además, no fue solo una vez, sino miles de veces. En ese momento se dio cuenta que él no estaba enamorado de ella y no pensaba luchar por un amor imposible. La familia quedó totalmente rota. La reina Sofía se vio reflejada en Felipe VI cuando descubrió que él también estaba siendo víctima de una infidelidad por parte de Letizia. Tal y como reveló Jaime del Burgo, la reina había sido infiel al rey con el abogado durante varios años. Se repite la historia pero a la inversa.
Los Ortiz Rocasolano ayudaron a Letizia a verse con Jaime del Burgo y a dejar la corona
Sofía habló seriamente con Letizia sobre este escabroso asunto, en aquel momento descubrió que toda la familia estaba al corriente de su infidelidad, y se sintió totalmente avergonzada. Es algo que nunca le perdonará. No tolera que nadie haga daño a su hijo. Desde ese 2013 la emérita rompió relaciones con su nuera. Solo hizo el esfuerzo de verla cuando se cruzaban en actos institucionales, pero ni tan siquiera la miraba a la cara. Todo sea por sus nietas y el futuro reinado de Leonor.
Menos soportó cuando descubrió que todos los Ortiz Rocasolano conocían de primera mano el malestar de Letizia en la corona, su sufrimiento y sus ganas de huir de la mano de otro hombre, Jaime del Burgo, el mismo que a veces entraba a su casa. Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano la apoyaron para abandonar la corona. Incluso Telma Ortiz, según Pilar Eyre, se hizo pasar por la pareja de Jaime del Burgo para que pudiesen verse sin levantar sospechas. Fue un matrimonio de conveniencia. "Os casáis, no hace falta que viváis juntos nunca, ni cuando compartáis ciudad, pero simuláis que sois un matrimonio".
