No se había confirmado su presencia pero estaba previsto que la reina Sofía reapareciese en los premios Princesa de Asturias. A día de hoy no se ha perdido ni un solo año esta cita donde Leonor es la gran protagonista. Este año se esperaba que acudiese en solitario, pero Casa Real la ha visto demasiado “verde”. Así que nuevamente la acompaña toda la familia. Felipe VI, Letizia, la infanta Sofía y por supuesto la emérita y en un discreto segundo plano, Paloma Rocasolano, aunque nuevamente no aparece en los medios de comunicación.

Letizia no quería que la reina Sofía apareciese en los premios Princesa de Asturias, pero Felipe VI quería que su madre viniese porque está viviendo uno de los momentos más duros. Según apunta la periodista Pilar Eyre, la emérita estaría atravesando una depresión severa derivada de los duros reveses personales que ha sufrido últimamente. Su estado anímico preocupa seriamente a la familia real.
Sofía ha dejado de ser aquella mujer activa que no faltaba a ningún acto ni compromiso. Ahora prefiere encerrarse en su habitación, con las luces apagadas y el silencio como única compañía. No quiere recibir visitas, apenas come y le cuesta dormir. Sus hijos han intentado por todos los medios convencerla para que acuda a especialistas, pero ella se niega. Afirman que no quiere “dar pena” ni convertirse en un tema de conversación.
La tristeza de la emérita tiene nombre. Hace casi cuatro años perdió a su hermano Constantino de Grecia, con quien mantenía un vínculo muy estrecho. La muerte del rey heleno, víctima de un derrame cerebral, la dejó desolada. Él era su refugio, su confidente. Siempre que tenía un problema huía a Londres para estar con él. Tras su pérdida, su equilibrio emocional se resquebrajó.
Poco después, otro golpe: su hermana Irene de Grecia fue diagnosticada con Alzheimer. La enfermedad avanzó rápidamente, borrando sus recuerdos y su identidad. Por mucho que contaron con los mejores especialistas y un equipo médico permanente, nada pudo detener el deterioro. Sofía ha sufrido enormemente al verla así. Durante décadas vivieron juntas en Zarzuela, inseparables. Irene fue su mayor apoyo cuando estallaron las infidelidades de Juan Carlos I. Verla ahora sin memoria ni conciencia de quién es ha sido devastador.
La reina Sofía se siente sola en los premios Princesa de Asturias, no sabe ni por qué continúa yendo
Felipe VI intenta devolverle algo de ilusión invitándola a participar, como cada año, en los Premios Princesa de Asturias. Letizia, sin embargo, considera que su presencia ya no es necesaria y que su edad debería mantenerla al margen. Aun así, todo apunta a que la emérita hará el esfuerzo de acudir, aunque solo sea por acompañar a su nieta Leonor.
La reina Sofía siente una profunda soledad en los actos oficiales. Sus nietas, educadas bajo el control de Letizia, evitan acercarse a ella en público para no romper el guion impuesto por la madre. En cambio, no dudan en acercarse cariñosamente a Paloma Rocasolano, que siempre ocupa un lugar visible entre los invitados. Para Sofía, cada gesto es una punzada. Se mantiene digna, pero por dentro se apaga. Quizá sea su manera de despedirse en silencio del mundo que un día fue suyo. Los presentes aseguran que "han sentido lástima".
