La reina Sofía reapareció el pasado viernes tras las especulaciones sobre su estado anímico. Hace meses que se habla de una supuesta depresión por su situación y la de su entorno. Cada vez es más mayor y empieza a encontrarse sola. Perdió a su hermano a causa de un derrame cerebral hace cuatro años, ni tan siquiera tuvo tiempo a despedirse. Unos meses más tarde se destapó que Irene de Grecia había sido diagnostica de Alzheimer. Ha estado a su lado en todo momento como siempre ha permanecido ella. A día de hoy ya no camina ni come por sí sola, no puede tragar. No se levanta de la cama y no recuerda a nadie. Ya ni la reconoce. La emérita sufre mucho al verla así porque era su apoyo más importante en la casa, especialmente cuando descubrió las infidelidades de su marido o cuando la familia se rompió.
Felipe VI, Elena y Cristina están muy preocupados y se han turnado para no dejarla sola y compartir planes con ella. Quieren que esté activa, ya que se encierra en su habitación, totalmente a oscuras, y no quiere salir ni recibir visitas. Apenas come ni duerme, síntomas claros de una depresión. Tampoco quiere recibir ayuda, pero su estado anímico podría entorpecer a su estado de salud, cada vez más delicado por su avanzada edad. Este domingo 2 de noviembre cumplirá 87 años, y querría celebrar este día en la mayor intimidad posible pero rodeada de toda su familia, especialmente de sus ocho nietos, aunque es algo que no sucederá porque Letizia prohíbe a sus hijas que vean a sus primos y a sus tías.
La reina Sofía quiere reunir a sus ocho nietos antes de morir
El verano pasado, la reina Sofía pidió a su hijo que organizara un reencuentro familiar con sus ocho nietos en el Palacio de Marivent. Este lugar, situado en Palma de Mallorca, es uno de sus refugios más queridos, y sueña con volver a ver a todos sus nietos juntos, algo que no sucede desde hace una década. Sin embargo, ese deseo aún no se ha cumplido.
Los reyes Felipe y Letizia mantienen las distancias con el resto de los Borbones, decididos a modernizar la institución y a proteger la imagen de Leonor, alejándola de un apellido que muchos ciudadanos asocian con polémicas pasadas. Aun así, la reina Sofía insiste en una última petición a su hijo: reunir a toda la familia antes de morir, cerrar heridas y recuperar la unión, aunque solo sea en la intimidad.
Durante el último año, ha habido algunos intentos de reconciliación que han dado buenos resultados, pero el proceso avanza con cautela y sin prisas.
