Felipe VI viajó el pasado fin de semana a Palma de Mallorca para cumplir con sus obligaciones institucionales. Como todos los años, el monarca recibía a las autoridades en Marivent. Este martes tuvo el encuentro con Pedro Sánchez y a finales de semana participará en la Copa del Rey de Vela que él mismo preside. Los Borbón viajan a la isla balear desde hace más de cincuenta años. Es una de las mayores tradiciones de la corona. El gobierno balear les cedió Marivent en usufructo. Sería suyo siempre y cuando acudiesen un número de días a Mallorca y promocionasen el turismo en la isla. Año tras año esta costumbre se está perdiendo y el gobierno quiere recuperar el palacio para uso público, porque con la Casa Real no lo puede utilizar y cuesta a los baleares 30.000 euros mensuales por su mantenimiento.
La reina Sofía era la más asidua a esta tradición. Palma de Mallorca era como su casa, encontró un refugio al ritmo burocrático de Zarzuela y a la mala relación con Juan Carlos I. El emérito era feliz navegando por las aguas mientras la engañaba con otras mujeres. Ella se apoyó en todo momento en Irene de Grecia, su hermana, confidente y amiga íntima. Sin embargo, los años pasan y la vida cambia.
Hace tres años se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer. La hermana de Sofía ha olvidado hasta su nombre, la enfermedad ha avanzado a pasos agigantados, y prácticamente ya no recuerda algunas funciones básicas, como caminar. Se pasa el día en la cama. Esta situación ha afectado mucho a la reina Sofía, que sufre por ella, y también se ve un poco más sola que de costumbre.
Irene de Grecia empeora y la familia viaja a Grecia
Es el primer año en el que la reina Sofía no viaja a Palma de Mallorca a principios del mes de julio. Se creía que vendría con Felipe VI, pero según informan varios medios de comunicación, como OkDiario, la emérita ha decidido no ir este año a la isla balear. Se ha quedado con Irene de Grecia, que según las últimas informaciones ha viajado a Grecia para pasar unos días con sus familiares y en la tierra que la vio nacer.
Este movimiento hace saltar todas las alarmas y se cree que Irene de Grecia ha empeorado y esto sería una despedida, ahora que aún puede hacerla. En las últimas apariciones la reina Sofía no ha dudado en romperse a llorar. Su estado anímico es muy delicado y sus hijos están muy preocupados. Sobre este asunto, Casa Real guarda absoluto silencio.