La reina Sofía y Juan Carlos I habrían cesado la convivencia hace muchos años, aún así la emérita guarda al padre de sus hijos en buena estima, también él, aunque siempre la humilló con sus infidelidades con otras mujeres. A la madre de Felipe VI le han inculcado valores familiares, tradicionales y religiosos. Por este motivo siempre ha apostado por su familia y por la corona. Aunque cesaron la convivencia hace años y prácticamente ahora ni se ven, el emérito ha dejado en su testamento una parte de su multimillonaria herencia a la madre de sus tres hijos, así como a las infantas Elena y Cristina.

Infanta Elena y Juan Carlos con amigos
Infanta Elena y Juan Carlos con amigos

La emérita mantiene una estrecha relación con el padre de sus hijos aunque hayan roto su matrimonio. Simplemente se aleja de él públicamente para que su imagen no quede dañada, ya que ella aún pertenece a la corona y podría perjudicar al reinado de su hijo.

La reina Sofía habla a menudo con la infanta Elena, quien la visita prácticamente todas las tardes en Zarzuela. Es la que más tiempo pasa con el emérito y le acompaña en sus visitas a Sanxenxo, ahora están buscando juntos una casa en Portugal.

Todavía no se ha confirmado que el exmonarca se instale definitivamente en el país vecino, pero toda la familia está haciendo una gran presión para que Juan Carlos I vuelva a España, o por lo menos cerca. La reina Sofía también cree que ya ha cumplido suficiente castigo por sus errores. Es demasiado mayor y sería conveniente que estuviese cerca de los suyos.

La reina Sofía está muy preocupada por el estado de salud de Juan Carlos I 

Según las última informaciones, la artrosis que padece está haciendo mucho daño a la movilidad del emérito. Su pierna izquierda está prácticamente inmóvil. De hecho, ya debería utilizar silla de ruedas, pero públicamente no quiere para que no le vean como una persona totalmente dependiente. Se aferra a su bastón y al personal de seguridad que le acompaña.

Pero este no sería el único problema. Zarzalejos argumenta que Juan Carlos I podría padecer una especie de demencia senil fruto de su avanzada edad, ya ha tenido algunos serios olvidos y despistes.

La reina Sofía está muy preocupada y tampoco quiere que muera solo, a miles de kilómetros de su familia y que su cuerpo sea repatriado.

Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE
Juan Carlos y la reina Sofía conversando / EFE