La relación entre la reina Sofía y la reina Letizia nunca ha sido fácil. Los roces entre suegra y nuera han sido constantes durante más de dos décadas. Concretamente, desde que Felipe la llevó a Zarzuela por primera vez. El choque emocional en aquel momento fue brutal. El futuro rey de España se había enamorado de una plebeya, periodista y nieta de un taxista. Demasiado humillante para los más elitistas.
Pero Felipe se plantó. Amenazó con renunciar a la corona si no le dejaban seguir adelante con la relación. Y Juan Carlos y Sofía no tuvieron más remedio que callar y aceptar, no sin seguir dedicándole desprecios reiterados.
Letizia y la reina Sofía, enemigas íntimas
Aquello dolió mucho a Letizia, que esperó pacientemente para perpetrar su venganza. A Juan Carlos I, mediante presiones argumentadas con sus corruptelas financieras, logró alejarlo de la familia real. Mientras que a Sofía ha ido apartándola a lo largo de los años de su entorno cercano. Aunque no ha conseguido sacarla de Zarzuela como a su suegro, sí ha logrado arrinconarla hasta ser casi irrelevante en el día a día de palacio.
Pilar Eyre explicó un episodio muy significativo en este sentido. En una ocasión, Sofía se presentó en el Pabellón del Príncipe, residencia de los reyes Felipe y Letizia, con una caja llena de juguetes para la princesa Leonor y la infanta Sofía. Pero la reina había contratado una empleada para cuidarlas, a quien dio órdenes de no dejar entrar a nadie. Y entre los vetos estaba la reina Sofía. “Usted no está en la lista de visitas”, le dijo.
Ha habido más episodios que dejan ver el arrinconamiento de Sofía. Y recientemente se ha dado uno nuevo relacionado con la infanta Sofía. La joven está a punto de culminar sus estudios de bachillerato en el UWC College de Gales y este sábado se celebra la fiesta de graduación. Un evento al que Sofía le haría mucha ilusión ir. Se lo ha pedido a Felipe VI y Letizia. Quiere estar presente en un momento tan especial para su nieta pequeña.
Letizia verá a la reina Sofía en Gales
Letizia, sin embargo, no se la quiere llevar a Gales. No quiere que la emérita le robe protagonismo. Considera que ese es un momento íntimo para la joven y sus padres, nadie más. Un veto que no ha estado exento de reproches. Cansada de los desplantes, Sofía ha tenido una conversación directa con Letizia. Le ha recordado que, si hoy ocupa su lugar como reina, es únicamente gracias al respaldo de Felipe, y que los privilegios que disfruta no le pertenecen por derecho, sino por la voluntad de una institución que aún sobrevive gracias al equilibrio y al silencio de muchos.