La reina Sofía ha vuelto de Nueva York donde ha recibido un homenaje, y parece que ahora su vida consiste en eso. Cuando una persona se hace muy mayor y sabe que su final está cada vez más cerca se le presta una mayor atención. De momento la emérita se niega en rotundo a abandonar la corona, algo que le ha propuesto Felipe VI varias veces ya que a día de hoy ya no la ve muy capacitada para continuar, y menos con su estado anímico. Pero esta es una de las razones principales por las que mantiene los compromisos. El monarca cree que es una forma de tenerla entretenida y que no piense en uno de sus mayores problemas, su hermana.
La familia está muy preocupada por el estado anímico de la reina Sofía. Estos tres últimos años han sido muy difíciles para ella. Perdió a su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral, unos meses más tarde se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer, la enfermedad del olvido. De hecho, a día de hoy no recuerda ni su nombre, y ha olvidado funciones tan básicas como caminar. Hace un año que Casa Real no quiere mostrarla públicamente.
Irene de Grecia ha sido uno de los pilares más importantes de la reina Sofía, tal vez el que más. Ahora se ha quedado totalmente sola. Ella siempre ha estado a su lado en los peores momentos, como cuando descubrió las infidelidades de Juan Carlos I. Ha vivido en Zarzuela más de cincuenta años. Ahora no se separa del lado de su cama.
Irene de Grecia tiene médicos a su servicio las 24 horas del día
Esto está afectando y mucho a la reina Sofía. Según Pilar Eyre, su estado anímico es muy preocupante. Se encierra en su habitación sin luz y no quiere salir ni recibir visitas, apenas come ni duerme, síntomas claros de una depresión severa. Su familia intenta pasar el mayor tiempo que puede con ella y distraerla, pero debe acudir a psicólogos en busca de ayuda, ella se niega en rotundo.
La reina Sofía está poniendo todos sus esfuerzos en Irene de Grecia más que en ella. Ha convertido Zarzuela en un hospital. Parece una clínica privada con médicos y enfermeros las 24 horas del día. La visitan los mejores neurólogos y se encargan de ella personal sanitaria las 24 horas del día, ya que debido a su estado ya no puede estar sola en ningún momento y tampoco se puede cargar esa gran responsabilidad ningún familiar. En estos casos, una persona normal iría a la residencia, pero Casa Real tiene estos beneficios.
