Gales ha sido el escenario de una nueva batalla intestina de la Casa Real española, como manda la tradición. La graduación de la princesa Leonor en el UWC Atlantic College ha reactivado otro conflicto enquistado desde hace años, 19 para ser exactos. La boda de Felipe y Letizia que, más que un enlace, fue un campo de batalla. Los Borbones opusieron toda la resistencia posible a su nueva familia política y plebeya. Pilar Eyre tiene una memoria prodigiosa y explica en Youtube cómo Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, los padres divorciados de la princesa de Asturias, fueron humillados constantemente. Uno de los inductores fue la reina Sofía, obsesionada con su consuegra "sindicalista y bajita". Vetó que fuera del brazo de su marido al altar, colocando en su lugar a la clasista Pilar de Borbón, que aceptaba encantada. Aquella cuchillada todavía hace daño a Paloma y Letizia, que se han vengado a través de la nieta y futura reina.

Sofía está totalmente cancelada en Zarzuela, ni cuenta ni importa. El hecho de quedar excluida del acto de final de curso de Leonor no es ni una cuestión de agenda, ni de espacio, ni gaitas. Es una cucharada de su propia medicina. El mensaje es diáfano: Paloma sí, tú no. No es que sea nuevo, claro: Rocasolano es la auténtica y única abuela, la que se quedaba con ellas cuando los reyes viajaban. Mientras tanto Sofía se dedicaba a soñar con una reconciliación imposible con Juan Carlos y a gastar la fortuna que paga su silencio. No da nada de pena, ni mucho menos. Sofía esta recogiendo lo sembrado, y ni todos los intentos del gabinete de comunicación de la Corona lo podrán esconder. 

Paloma Rocasolano Leonor y Sofía EP
Paloma Rocasolano con Leonor y Sofía / Europa Press

El viaje a Houston de Sofía, la tapadera de la venganza de Letizia y Paloma Rocasolano

El veto a Sofía en Gales se maquilló con un absurdísimo viaje a Houston que se alargó para hacer ver que era imposible desplazarse al Reino Unido. La emérita tenía que presidir la entrega de los premios del Queen Sophia Institute y añadió un par de actos más a la hoja de ruta. Uno de ellos asistir a una feria gastronómica de productos españoles, donde pecó comiendo embutido. El otro, una presentación de un portal historiográfico. Todo muy relevante, especialmente para la prensa local, que tal como recoge Pilar Eyre, entró en una especie de éxtasis patético. "Se reflejaron cono gran alharaca, pero no se mencionó que Sofía ya no es reina en ejercicio". El plato fuerte era la cena de gala en el Museo de Bellas Artes de la ciudad tejana, donde se vivió una situación ridícula e inverosímil.

Sofía mira latas de conservas GTRES
Sofía observa latas de conservas en Houston / GTRES

La emérita del brazo de un hombre atractivo en la cena de gala, los americanos enloquecen

El primer desbarajuste forma parte de la confusa e ignorante visión norteamericana más allá de sus fronteras. La mencionada cena empezó a las 11 de la noche "siguiendo la costumbre española". Pero claro, piensen que aquella fiesta era un disparate en toda regla. Cuando la reina griega hacía acto de presencia todos enloquecían.Se mataban por conseguir un selfie con la señora, era un trofeo de caza. No el único, sin embargo: su guardaespaldas también. Era un hombre "atractivo", quizás más de uno pensó que era el querido de la pobre señora, que por fin había pasado página y echaba una canita al aire. Se formó un alboroto importante, qué papelón para el escolta, sobrepasado en sus atribuciones. Proteger a los Borbones es una cosa, incluso hacer de chico de los recados, pero esto... es totalmente inapropiado, un desastre. Uno más.

Reina Sofía cono guardaespaldas GTRES
La reina Sofía con un escolta / GTRES

Sofía, jamón ibérico y hombretones guapos y fuertes. Una película digna de Hollywood.