La reina Letizia no es la jefa de las Fuerzas Armadas, no ha vestido nunca de militar ni tiene ningún papel constitucional. Es la consorte del rey y ya. Quizás ahora que su relevancia radica en ser madre de Leonor y en plena discusión sobre si su primogénita tendrá que recibir instrucción militar en tanto que futura jefa del Ejército, su segundo acto oficial del miércoles ha sido conmemorar los 30 años de la incorporación de la mujer a la Guardia Civil. Que un cuerpo machista tardara diez años de democracia en hacerse democrático tendría que esconderse, pero la reina lo celebra entre señoras con tricornio.
EFE
Acompañada de la ministra de Defensa y del ministro de Interior, se ha encontrado más a gusto entre agentes de la Benemérita y se ha hecho fotografías con ellas muy sonriente. Una acompañante llevaba el bolso de mano de la bandera española que popularizó la caída en desgracia Cristina Cifuentes. Letizia no ha osado y ha preferido su traje Hugo Boss y unas sandalias nada castrenses de Steve Madden que le han hecho una jugarreta y casi cae de morros al chocar con la moqueta de Palacio. En el suelo firme de la Dirección General de la Guardia Civil de Madrid ha avanzado con paso más seguro.
GTRES
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Su marido inició el a por ellos y casi cae de bruces con el discurso del 3-O y ahora Letizia apoya a los cuerpos policiales. Todo por la patria.