Este pasado miércoles fue un día que, en teoría, fue muy feliz para los enamorados, para aquellas parejas que se quieren. 14 de febrero, día de los enamorados, San Valentín. No parece que Felipe y Letizia estuvieran por la labor. Visita a Catalunya, a la segunda Torre Puig de l'Hospitalet, mucha gente en el acto, nada de cena íntima en torno a unas velas y probablemente, ningún regalo, ningún ramo de flores, ningún detallito del uno ni del otro. Malos tiempos para la lírica, cantaban los Golpes Bajos. Y para golpes bajos los que les dedica desde hace unos meses el examante de la reina, Jaime del Burgo, que tiene al Borbón y a la asturiana nerviosos y pendiente de las redes para ver qué nueva habrá dicho el empresario navarro.

Letizia Felipe mala cara GTRES
Felipe y Letizia GTRES

Ningún regalo de Letizia a Felipe y ningún regalo de Felipe a Letizia. Ni joyas ni nada. Hablando de joyas, el digital Monarquía Confidencial ha revelado un curioso dato sobre un objeto muy concreto que hay en palacio y que parece que a la reina le dé vergüenza mostrar en público. Ya sabemos que la monarca tiene, entre sus posesiones más caras, una colección de colgantes, pendientes, collares, pulseras y joyas que quitan el hipo. Muchas de ellas las ha lucido en diferentes actos públicos y oficiales, en Zarzuela o en cualquier otro sitio. Algunas de las que ha mostrado, carísimas y exclusivísimas, que han dejado al personal con la boca abierta.

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Letizia / GTRES
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Letizia / GTRES
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Letizia / GTRES

Hay una, sin embargo, que parece estar rodeada de un halo de misterio. Una que no se pone nunca. Según el mencionado medio, "sigue existiendo cierta incertidumbre sobre la tiara que en 2004 le regaló la joyería Carrera y Carrera antes de su enlace matrimonial con el entonces príncipe de Asturias, Felipe de Borbón". Efectivamente, la mítica joyería decidió hacerle un regalo especial a Letizia Ortiz, una diadema para que se la pusiera en las grandes citas. Pero veinte años después de la boda, "la reina no la ha exhibido en ninguna de sus apariciones". Según dicen fuentes de palacio, mensaje críptico y misterioso, "No ha existido oportunidad para lucirla. Obtener información sobre el joyero de la reina Letizia es difícil, por no decir imposible". Una tiara que aunque no se lo haya puesto, allí continúa, criando polvo, porque las mismas fuentes confirman que la joya de Carrera y Carrera "permanece en la cámara acorazada de Zarzuela". Esta tiara:

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Una diadema que tiene un valor aproximado de quince mil euros. Y no es la única que Letizia no luce en público. Hay otra, la conocida como tiara Niarchos, otra joya, diadema de diamantes, regalo de boda a la reina Sofía en el año 1962 por parte del magnate griego Stavros Niarchos, que Letizia no se ha querido poner nunca. Un símbolo de lujo y elegancia, "con un diseño clásico de diamantes talla marquesa y baguette". En este caso, si nadie sabe por qué no se pone la tiara de Carrera y Carrera, con respecto a la Niarchos tiene un lado oscuro, y es que se dice que la reina Victoria Eugenia, abuela de Juan Carlos, se negó a que su nuera, la reina María de las Mercedes, la llevara... Quizás ahora quien se ha negado ha sido Sofía sobre su propia nuera, Letizia. Esta es la monarquía española: con joyas carísimas guardadas en un cajón sin que nadie haga ningún uso.